Eva Bellido // Benicàssim
Los salones de peluquería y estética de la provincia preparan su reapertura –todavía sin fecha– con listas de espera, reorganización y un sinfín de dudas, en cuanto a las medidas que deberán tomar contra el covid-19.
Y es que son de los profesionales que más expuestos estarán, pues no pueden trabajar cumpliendo la distancia de seguridad recomendada.
«No sabemos cuándo realmente podremos abrir, ni qué tipo de EPIS tendremos que utilizar, lo estamos mirando en grupos de compañeros porque nadie nos informa de nada», explica Gina Bort, de una peluquería de Benicàssim.
Bort tiene claro que en su salón no podrán atender al mismo número de clientas, para respetar la distancia entre ellas y garantizar una mayor seguridad, por lo que no utilizarán todos los tocadores como antes.
Percibirán menos ingresos, pero deberán asumir el mismo desembolso por el precio del alquiler del local. Y algunos se verán obligados a prescindir de personal.
En cuanto a la prevención, ya preparan protocolos para la desinfección continua del material y las áreas de sus salones, para garantizar la máxima seguridad de todas las personas.
Gloria León, otra profesional del sector en Benicàssim, reconoce que están completamente «desinformadas». «Estamos preparándonos más por sentido común, en cuanto a compra de mascarillas, geles, guantes… Que por las directrices que se dan».
Además, avanza que antes de abrir «haremos una limpieza y desinfección de todas las áreas de trabajo, habilitaremos las zonas de espera con sus separaciones pertinentes y todo bien señalizado para que el cliente se sienta en todo momento protegido y sin riesgo».
«Nuestro propósito es cuidar del cliente, siempre. Es nuestra premisa de trabajo. ¡Pero, ahora, más que nunca tenemos que hacerlo lo mejor que podamos!», afirma esta profesional.
«Nuestro trabajo es de contacto directo. Los clientes entre ellos pueden mantener la distancia… pero nosotras estamos en contacto en todo momento, desde que lavamos el pelo, peinamos, cortamos, secamos, maquillamos, hacemos manicuras (no sé si se podrá hacer), limpieza fácial… Y estamos con un mar de dudas…», explica.
También desconoce si el quiromasajista que tienen en su equipo podrá desarrollar su trabajo dando masajes.
No obstante, se muestra deseosa «de ponernos en marcha, de volvernos a encontrar, de empezar de nuevo, porque creemos que esto no va a ser un seguir, va a ser un empezar«, concluye.
Elvetia García, de un centro de estética de Benicàssim, constata que tienen muchas dudas, de «cómo vamos a abrir, cuándo, qué tenemos que hacer. Estamos con una gran incertidumbre». «Estoy mirando las protecciones que podríamos necesitar, cómo nos lo vamos a montar, pero tampoco nos dan precios de protecciones ni fechas de reparto. Estamos con este miedo e incertidumbre que no sabemos nada».
Confusión por la autorización de servicios a domicilio
El anuncio del Gobierno de que sí pueden ahora los profesionales del sector desarrollar servicios a domicilio ha creado, de nuevo, una gran confusión.
«No especificaron cuáles son los tipos de servicios que podemos realizar en las casas. Informándonos llamando a la Guardia Civil aclaramos que solo están permitidos estos trabajos a personas dependientes y que tengan un justificante que así lo determine» , explica Gina Bort.
De hecho, hay clientas que llaman solicitando este servicio para sus madres y pensando que puede realizarse. «Entonces les tenemos que explicar que solo en los casos de que sean dependientes», indica.
«Hay una gran desinformación al respecto. La letra pequeña no está especificada. Pero entre unos y otros, y llamando a diversas autoridades, poco a poco nos hemos ido informando mejor», concluye esta profesional del sector.