Adolf Piquer // Grupo Municipal Socialista
“Cosas veredes”, decía el clásico. Ciertamente, parece que hay quien entiende la política como una venta de imagen, un puro paripé, postureo, “quítate tú pa’ ponerme yo” (Benny Moré), “el que se mueve no sale en la foto” (Alfonso Guerra), sonrían mientras insertan su codo entre el costillar del vecino… pura política popular, populachera o populista, al gusto del consumidor.
Ya lo decía el otro: “lo importante es salir guapo, lo que digas es lo de menos porque la gente no escucha”. Algunos deslenguados atribuyen la frase a un “nuevo” político que se acuesta socialdemócrata y se levanta liberal para hacer la siesta como democristiano y, quien sabe si, despertarse neofalangista, que todo puede ser viendo ejemplos no tan lejanos como los de Putin, Trump o Berlusconi. Todos están cortados con el mismo patrón y criados a la Rivera u orilla del mismo río; esto es, orillados allá donde el terreno sea más fértil para hacerse un terrenito.
Y de eso saben nuestras alcaldesas, la que ocupa el trono y la aspirante a interina en cualquier lista que se lo ofrezca. Y en eso se “retratan” a menudo, muy a menudo, para los papeles. Vivir de la foto es una forma muy rentable de hacer política. De ahí el empeño de nuestra primera edil y de los suyos, y de la suya, en salir a las puertas de Villa Elisa flanqueada por Javier Moliner (el patrón que maneja el bote salvavidas del PP en la provincia) exhibiendo lo que tienen porque lo ha pagado la Generalitat. ¿Dónde está Castelló Cultural y sus fastos? ¿Recuerdan las portadas de Mediterráneo, año tras año, allá por los meses de diciembre, afirmando que el siguiente se acababa Villa Elisa (2011, 2012, 2013 y 2014? De todo aquello, nunca más se supo.
En 2015 pusimos las condiciones al Consell para que se pagara el Palacete Municipal, en 2016 decidimos en plenario la forma de exigirlo, en 2017 se pagó el 1.400.000 euros que el PP no había pagado en 12 años. Y nos hicimos una foto porque era de justicia. Al día siguiente corrieron los populares a hacerse la suya porque Moliner tenía que salir al rescate político y pagar la finalización de la obra para salvar la cara de la alcaldesa.
Pues de esa foto llevan viviendo seis meses ya. Y los que tendrán que venir, porque se les acaba de caer el castillo de naipes que pretendían explotar con el CEAM. Nunca mejor dicho, porque cabe recordar cómo se abandonó la obra iniciada con el Plan Con-Fianza del Partido Popular de Camps. Se les cayó el edificio y suerte tuvimos de no lamentar una desgracia. De aquello, que ahora reemprende la Generalitat, también quiso sacar tajada doña Susana Marqués; tres artículos, cuatro veces la misma noticia en los medios, diciendo que la Consellería no acababa la obra (sí, la que el PP abandonó en 2012) para verse ridiculizada con la adjudicación definitiva esta misma semana. Otro zasca sonoro para la primera edil que intenta tapar, de nuevo, con fotos.
Y en eso aún está por ver la promesa, con foto, prensa y autobombo, de arreglar los desperfectos de los colegios e instituto si los paga Consellería. No ignora, ni ella ni nadie del PP, que es al Ayuntamiento a quien corresponde el mantenimiento de los centros de primaria. Han corrido a prometer a padres y profesores que el Pla Edificant les pondría hasta aire acondicionado en las aulas. Saben que no es verdad, pero han quedado como marajás ofreciendo oro a espuertas siempre que pague otro. Así se preparan para la próxima instantánea.