Primera estación:
Anonadados con la canción que entona nuestra alcaldesa que, dice, se encontró con un ciruelo del que cayeron avellanas. Pues así con la zona ZAS, oiga, que dice que ella es la salvaguarda de la hostelería local y que los pérfidos socialistas cómplices de la felonía de programar el silencio ambiente de nuestro casco urbano. Le preguntaremos al señor Gual, que acompañaba al señor Llorca cuando en 2005 se tomó tal determinación. 2005, señora Marqués. Los socios de gobierno en 2005 eran, cómo no, ARB. En esas anda don Carlos Díaz, con nuevas medidas de presión y recaudación. Y siguen diciendo que nosotros tuvimos que ver con aquello. Mandan bemoles…
Segunda estación:
Calamidades seguidas con la tramitación de asuntos policiales varios en las comisiones donde, vaya tela, el portavoz de ARB decide abstenerse y la ausencia del regidor de la fuerza pública da la victoria a la oposición en la votación. Todo esto, después de que los benicenses abonemos entorno a 8.000 euros más al año al representante de ARB. Ándele coalición más firme y equipo de gobierno más pintoresco. Los Monty Python de la política valenciana.
Tercera estación:
Dos meses llevan en este matrimonio de conveniencia ARB-PP y los desatinos se suceden. Ahora se encarecen los presupuestos de las rotondas como el precio del marisco en Nochebuena. Eso por no decir que contradicen el PGOU. ¡¡¡A ver si a alguien se le decide recurrir y nos agua la fiesta!!!
Cuarta estación:
El equipo de gobierno que vota dividido, vive dividido y duerme dividido, sigue dividido. Solo se unen cuando enfrente tienen a las fuerzas progresistas. Allí está Ciudadanos para echarles una mano en los plenarios y creer lo que ARB y PP les cuentan de la ZAS. A pies juntillas y con cara pasmada, las ciudadanas-corifeo del PP siguen sin enterarse de qué va la cosa. ¿Nadie les va a quitar el lirio de la mano?
Quinta estación:
La de la famosa deuda de 17 millones de euros de nuestra primera edil. Ahí va la buena: los 15,5 que dejó ella como concejal de hacienda. Menuda goleada del PP en deuda arrastrada. Pues eso, como la canción, tralará, quince millones y medio que se encontraron en 2007 de agujero, boquete o butrón, practicado con las grandilocuencias, tracas, pompa y jolgorio de los socios llamados “del hormigón”, algunos bien comidos y regados.
Dice que se encontró facturas en cajones. ¿Por qué no las enseña nunca? Parece ser que en 2007 lo que se encontraron fueron arañas muertas de hambre, víctimas de la inanición porque no quedaba ya ni una triste telaraña en los cajones del ayuntamiento a la que agarrarse.
Sexta estación:
Veremos si hacen públicos los contratos de alquiler de terrenos de festivales y a alguien se le hiela la sangre. En su momento preguntamos, se nos contestó una inexactitud y nos dijeron que no sabíamos preguntar. Pues eso, que enseñen lo que se ha de enseñar: se llama Transparencia.
Coda:
Seguirá el Via Crucis. Para que vean y crean los chismes de los viernes, del folletín por entregas que nos cuenta que por el mar corren las liebres y por el monte las sardinas. La canción popular es muy socorrida y hay quien, mayor de edad, todavía cree en los Reyes Magos.
¿Alguien me puede explicar que problema hay con los contratos de alquiler de los terrenos de festivales?
Si hay algún problema, no se alquilan y punto. Adiós festivales. Adiós problemas. O no ?