EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
La fiebre por coger sitio para cocinar en las calles de Benicàssim durante la multitudinaria Fiesta de las Paellas, declarada de Interés Turístico Provincial y que se celebrará el próximo 20 de enero, sigue.
Tanto que, durante estos días, se han adjudicado cerca de 700 nuevas ubicaciones respecto a las 1.069 que ya se distribuyeron durante la primera jornada del reparto. Lo que supone que queden en estos momentos unos 200 puestos libres, de los cerca de 2.000 que había previsto el Ayuntamiento, muchos más que el año pasado, cuando se prepararon 1.370 lugares y tuvieron que ampliarse tramos de calles dada la demanda.
El éxito de esta fiesta, que está en auge y cada año va a más, es evidente. Ahora solo queda que, ese día, el tiempo acompañe.
En concreto, ayer, al cierre de las puertas del Ayuntamiento, quedaban 37 sitios libres en el Espai de la Música (Zona C), 77 en el centro de formación Josep Barberà i Ceprià (Zona D) y 91 en el Casal Jove (Zona A), que se seguirán distribuyendo estos días desde el propio Ayuntamiento y hasta prácticamente dos días antes de la celebración de la fiesta.
La alcaldesa, Susana Marqués, siempre ha mantenido que de acabarse los números, “el consistorio ampliaría más calles del recinto para que nadie se quede sin cocinar su paella”, como ha ocurrido ya otros años. Para poder cocinar ese día, hay que realizar la reserva del sitio en el Ayuntamiento, así como hacer entrega de la correspondiente fianza para los hierros y las mesas, y un donativo para la leña que se destina a las oenegés locales Cáritas y San Vicente de Paúl.
Por otro lado, el equipo de la Panadería José María terminó ayer a mediodía de confeccionar las 23.000 coquetas que se repartirán el lunes por la noche, en el inicio oficial de las fiestas, tras la bendición de animales. En total, han trabajado cuatro días, desde el domingo, elaborando una media de 6.000 coquetas al día, según explicaron ayer desde este popular horno. Aunque ha sido un trabajo muy laborioso, reconocen que se lo han pasado “genial” y lo celebraron con un brindis con champagne. En la confección de las coquetas han colaborado también algunos vecinos, así como las reinas y damas de las fiestas, algunas madres, la alcaldesa y algunos concejales e, incluso, el párroco local, Luis Oliver.