Un vertido de hidrocarburos en un depósito (todo apunta que gasoil) está detrás de la incidencia por la que alrededor de 700 viviendas de las urbanizaciones de montaña de Benicàssim llevan sin agua potable ya más de una semana.
Fuentes de la Conselleria de Sanidad explicaron que el centro de Salud Pública de Castellón «ha mantenido un seguimiento exhaustivo durante esta semana de la calidad del agua en el depósito que suministra a las urbanizaciones Montornés, la Parreta, las Palmas, el Refugio y los Nenúfares, tras detectarse un vertido de hidrocarburos».
«Actualmente, se ha restablecido el suministro de agua pero todavía no es apta para consumo humano, ya que Salud Pública está a la espera de los resultados de las muestras analizadas», indicaron estas fuentes.
Asimismo, desde la conselleria aclararon que el Centro de Salud Pública «ha estado en contacto directo con el Ayuntamiento y se descarta cualquier efecto nocivo para la salud, ya que el vertido no ha llegado a salir del depósito».
Más de una semana desde la incidencia
La alarma saltó hace justo una semana, cuando los vecinos denunciaron la situación que estaban padeciendo, llevando algunos de ellos sin agua desde el martes de la pasada semana, ya que el suministro en un principio fue interrumpido por completo, sin poder cubrir necesidades básicas como cocinar o ir al aseo.
Desde el Ayuntamiento se informó entonces que durante «la limpieza de uno de los depósitos de abastecimiento (depósito Parreta) se produjo una incidencia que ha obligado a repetir el proceso de limpieza y desinfección». No obstante, nunca se llegó a detallar la causa de este contratiempo.
Puntos alternativos de agua
Mientras tanto, con el objetivo de poder suministrar agua a los vecinos de una forma alternativa, se habilitaron tres puntos en las siguientes ubicaciones, dando prioridad a la residencia de ancianos Oasis, uno en la calle La Carrasca con agua apta para bebida y preparación de alimentos; y otros dos no aptos para estos usos en el vial Les Llimeres y en Ample y Sirio.
Y unos días después, concretamente el pasado domingo, el consistorio comunicó la reanudación del suministro en las viviendas de estas urbanizaciones, tras las tareas realizadas y los análisis efectuados en colaboración con el Centro de Salud Pública de Castellón.
Sin embargo, las autoridades informaron que, por prevención, el agua todavía no es apta para el consumo, por lo que no se puede utilizar para beber ni para preparar alimentos, pudiendo ser utilizada para cualquier otro uso.