E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Bailarina profesional en Ballets de Mariemma y musicales pioneros. Más de 30 años dedicada a la danza y también a su enseñanza, dirige ahora y desde hace 17 años su propia escuela, Aula Réggia en Benicàssim. Así es la encomiable trayectoria de Violeta Vidal, que empezó en esta disciplina de niña, con tan solo cuatro años. Le avala también la carrera, que terminó a los 14 con matrícula de honor, en el Conservatorio Superior de Danza de Madrid y su extensa carrera profesional.
– ¿Cuándo y cómo nace la escuela?
Hace 17 años, decidí cambiar mi vida y me vine a vivir a Benicàssim, con mis tres hijos y emprender. En Castellón, sí había ya alguna, pero aquí no, y me parecía una localidad lo suficientemente importante para que la tuviera. Los principios fueron muy duros, pero con un trabajo serio y resultados artísticos, con las muestras de los Festivales de Danza de la Escuela, ha ido a mejor. Aunque sin el suficiente grado de colaboración de las instituciones locales para dar a conocer algo tan importante y que forma parte de la cultura del individuo, como es la Danza.
– ¿Con cuántos alumnos comenzó y cuántos hay en la actualidad?
Empecé con unos 30, creí morirme para pagar las facturas y poder sobrevivir, dada la inversión, pero aguanté y, poco a poco, he conseguido tener un número de entre 60 y 70 alumnos fijos que me permiten vivir y poder hacer niveles y grados por edad. Era mi sueño y creo haberlo conseguido. Luchar contra el intrusismo profesional es otro caballo de batalla, ya que ahora se hacen actividades de baile en cualquier sitio, la mayoría de las veces, sin personal cualificado ni titulado. Y es muy difícil competir con los precios que ofertan por ahí.
– ¿Cuántas niñas/os de Benicàssim han pasado por la escuela?
Han pasado muchos cientos de niños, adolescentes y adultos por el centro, algunos brevemente y otros se han quedado durante muchos años, empezando con tres o cuatro añitos y terminando con 18, hasta que se van a la facultad. Algunas continúan después en el Conservatorio, en Valencia o Madrid, y terminan allí la carrera en dos o tres años, obteniendo su Titulación Superior en Danza.
– ¿Cuál es la mejor edad para aprender? ¿Nunca es tarde?
No hay edad para la danza. Lo ideal es comenzar a partir de los tres años. Tengo mucha suerte, me encantan los niños, son mi pasión, y es maravilloso ver cómo aprenden tan casi bebés… y luego están los mayores… no hay edad límite, también es maravilloso ver a gente adulta en clases de ballet clásico o flamenco y a parejas mayores en bailes de salón y salsa…me encantan.
– ¿Qué modalidades de danza o distintas disciplinas artísticas se imparten?
Clases de Preballet en niveles I y II, y se hace base clásica, danza moderna y flamenco, además de desarrollo del espacio, diagonales, paralelas, círculos, paso a dos…se lo pasan genial en las clases y yo también. Luego pasan a Danza A y B también por niveles, y se imparte base clásica y danza española (escuela bolera, folclore español, danza estilizada con castañuelas y flamenco) y danza moderna. El tercer nivel Danza III lo adquieren las alumnas muy avanzadas. También hay clases de ballet clásico y puntas. Independientemente, ofrecemos danza moderna (jazz, hiphop, claqué, broadway) para adolescentes principalmente. Y, además, tenemos, flamenco y ballet clásico para adultos, bailes de salón y latinos, canto, teatro musical, cursos y máster class. Incluso se imparte pilates y gimnasia.
– Además, el centro está muy vinculado a la cultura y el arte… También a la solidaridad.
Solemos hacer un festival bianual de danza de nuestra escuela, con una gran repercusión, y además colaboramos en todo lo que podemos a nivel de solidaridad con galas para el cáncer y para ayudar a la difusión de la danza y el flamenco en la localidad, con actuaciones y talleres públicos en festivales que hacen en Benicàssim.
– ¿En qué proyectos más inmediatos está trabajando la escuela?
Ahora mismo estamos preparando nuestro IX Festival de Danza, que será en junio del 2016. Y recientemente, hemos participado en las fiestas patronales de septiembre, con dos talleres públicos en el escenario principal del recinto ferial, uno de ballet clásico y otro de flamenco, ambos gratuitos y con mucha asistencia, sobre todo de niños.
– ¿Qué hechos o valores avalan la excelencia y su buena trayectoria?
Me emociona cuando alguna de mis alumnas decide dedicarse a la danza, después de haber pasado gran parte de su corta vida conmigo. Ésa es la excelencia de la escuela, la preparación y el amor a lo que se hace, que es lo que intento inculcarles. La danza exige sacrificio y compromiso, y unos valores que van más allá del simple hecho físico. Y si quieren seguir tus pasos… es el mejor regalo para un maestro.
– Alguna alumna a destacar, que haya seguido carrera profesional…
En la actualidad, ya hay una alumna, Marina, que ha terminado la carrera en Valencia este año, y la tengo impartiendo alguna clase y haciendo audiciones para ballets. En el Conservatorio, este año que empieza, terminará otra, Marta. Y otras dos, más adelante, Rocío e Irene. Ya tenemos media cantera para ballets, casi una pequeña compañía de danza…