Con un tiempo inmejorable, el recinto VillaCamp de Benicàssim fue llenándose este domingo poco a poco, pero sin descanso, de niños, mayores y familias al completo dispuestas a disfrutar de la última jornada del Formigues Festival, que despidió este domingo por la tarde su quinta edición con las expectativas más que cubiertas. Más de 7.500 personas de todas las edades han respondido durante el fin de semana a la llamada del certamen 100% familiar, que ha sumado 2.000 asistentes extra respecto a 2016, además de ampliar recinto, actividades y horario de la mano del Formigues Nit. Esta nueva fórmula prolongó el sábado hasta la medianoche la primera sesión del festival con The Alligators y Dj Guille Milkyway.
La directora de Formigues, Ana Rico, ha destacado la afluencia récord de público registrada en esta edición, la ausencia de incidencias “y la armonía que ha habido en las dos jornadas, en las que hemos conseguido que los niños hayan sido felices, que es lo primordial”. “Por los comentarios que hemos recibido estos días de la gente que ha elegido Formigues para pasar un fin de semana en familia, de artistas y de colaboradores, me atrevo a decir que nos hemos situado a la cabeza de los festivales nacionales 100% familiares. En organización, en calidad del cartel y de los talleres y actividades programadas”. “Hemos despegado. Habrá un VI Formigues, de eso no hay duda, y esperamos contar con el respaldo necesario para seguir mejorando”, ha concluido.
Talento y revolución musical
Talento es lo que resume lo que pudo verse este domingo por la mañana en el arranque de actividad del escenario Formigues. Sedajazz Kids Band, finalistas del I Concurso de Bandas y Solistas del Formigues, subieron las pulsaciones a la programación musical de este domingo con ese prisma ‘jazzístico’ desde el que estos 13 jóvenes músicos de Sedaví (Valencia), cuyas edades oscilan entre los 5 años de Ximo, el benjamín del grupo, y los 16, interpretaron temazos como Love de Frank Sinatra o All about that bass de Meghan Trainor, dejando boquiabiertos al personal. Tras ellos salieron a escena las ganadoras del concurso: Las Eléctricas, el proyecto de las asturianas Mar, Maya, Elena, Isabel, Norah e Inés, y David a la batería.
Si Sedajazz Kids Band y Las Eléctricas subieron las pulsaciones a la segunda jornada del certamen, y el barcelonés Djeri hizo bailar sin descanso al público, la Billy Boom Band revolucionaron, directamente, el escenario Formigues. El lugar elegido por Billy Boom, alter ego de Marcos Cao, exvocalista de La Sonrisa de Julia, para el estreno de Sueña despierto, el segundo trabajo de la banda, acogido con buena crítica -a juzgar por la entrega y los aplausos- por el público del certamen.
Entre concierto y concierto, la actividad siguió a un ritmo frenético en las diez áreas extramusicales del recinto: sesiones de yoga aéreo, acrobacias y magia en la Carpa Circo; clases de gimnasia cerebral; y charlas sobre los beneficios del juego en la infancia o la gestión de emociones en el Foro Formigues. También hubo talleres de adaptación de juguetes para niños con necesidades educativas especiales gracias a la construcción de ‘mandos gigantes’ para que puedan ser pulsados con facilidad o de pilas mágicas hechas con goma eva y papel de aluminio para activar circuitos y juegos.
De vuelta al escenario Formigues, La Chicacharcos & The Katiuscas Band se encargaron de cerrar el cartel del festival, que a ritmo de la batucada Asprona Timbals que seguió a continuación, dijo adiós a esta quinta edición de récord con la que Formigues inicia ya, tras despegar el vuelo, la cuenta atrás para su sexto aterrizaje en Benicàssim. El de 2018.