Eva Bellido // Benicàssim
Memorable el día vivido este viernes, 11 de enero, en Benicàssim. La ciudad recibió la distinción del Día de las Paellas, que se ha convertido en el evento más importante y esperado del año en la actualidad, como Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Valenciana.
La gran cita gastronómica arrastra a más de 25.000 personas en una jornada en la que se cocinan más de un millar de paellas en las calles y en la que reina la música y el buen ambiente pese al frío tan característico de Sant Antoni.
Aparte, son muchos los hosteleros que también preparan sus creaciones y ofrecen platos desde sus restaurantes, para todos aquellos que no hacen paella ese día junto a sus amigos o familiares.
No cabe duda que hoy día es uno de los reclamos turísticos de la localidad y cada vez son más las personas que marcan en rojo esta fecha en el calendario, incluidos muchos turistas y veraneantes, aparte de los vecinos más incondicionales.
25 de enero. El segundo viernes de las fiestas patronales que Benicàssim celebra en honor a Sant Antoni Abad y Santa Águeda. Ésa es la fecha en la que el municipio realizará el multitudinario evento y que, además, este año será festivo local.
La fiesta pasa así del reconocimiento provincial, adquirido en el año 2007, al autonómico, cuando cumple su 40º edición.
Fue el propio secretario autonómico de Turismo y exalcalde de Benicàssim, Francesc Colomer, el encargado de hacer entrega de este galardón a la alcaldesa, Susana Marqués, en un emotivo acto en el que no faltaron los impulsores de la iniciativa, que recibieron como obsequio un delantal cosido a mano de recuerdo.
Historia y trayectoria
El Día de las Paellas se remonta a 1980, cuando un sábado 19 de enero empezó como un concurso en el paseo Pérez Bayer. Así lo explicó este viernes el concejal de Fiestas de aquel año, Javier Tárrega Bellido, quien impulsó el evento junto a los miembros de la comisión, en la que había un representante de cada partido.
Fue precisamente el primer gobierno de la democracia tras la dictadura, entre los años 1979 y 1983, con Domingo Tárrega Bernal como alcalde.
La comisión la completaban Fulgencio Sánchez, Antonio Alonso, Rafael Bellido, Francisco Clausell, José Tárrega, Fernando Bonet, Dora Bernal, Ramón Pallarés, Luis Bernal, Santiago Escuder, Francisco Alcaide, José Ferrara y Domingo Tárrega.
«En las bases del concurso se propuso abonar a cada participante 2.000 pesetas a cambio de la elaboración de una paella, que se pondría a disposición de la comisión de fiestas para su posterior reparto y degustación entre los asistentes», recordó el exedil.
«La idea era invitar a todo el pueblo a comer un plato de paella y todo aquel que quisiera probarla debía acudir con sus propios cubiertos», relató.
El primer jurado estuvo formado por Joaquín Ortells (cocinero en el hotel Voramar), Roberto Turlo (cocinero del hotel Orange) y José Miguel Mateu (del hotel Orange también). Esta primera edición fue ya un éxito con la participación de 38 paellas.
El ganador de aquel primer concurso fue José María Campos Rull. Su viuda, Amparo Llobregat, estaba en el acto emocionada entre el público.
«La asistencia de público en esta primera edición sobrepasó todas las expectativas«, contó Javier Tárrega.
Quien relató que, por suerte, al salir del Casino, donde se reunía el jurado, vio a Tono, cocinero y dueño del Hotel Benicàssim «y decidimos en seguida que se pusiera manos a la masa a cocinar paellas para poder cubrir las raciones necesarias para poder abastecer a todas aquellas personas que habían acudido a la cita».
En los años posteriores el concurso continuó, pero la fórmula cambió y cada concursante elaboraba la paella, pero después la compartía con sus familiares y amigos. Año a año fue aumentando el número de paellas y dejó de enfocarse como un concurso.
También se cambió de ubicación a la calle Santo Tomás y se fueron incluyendo numerosas calles adyacentes hasta formar el amplio recinto de hoy día, en el que se distribuyen más de 1.200 ubicaciones para cocinar.
Marqués: «Esta distinción es fruto de la voluntad de hacer grande la fiesta»
«Esta distinción no solo es fruto del trabajo administrativo del ayuntamiento de Benicàssim demostrando la importancia de la fiesta del día de las Paellas, sino de toda la gente de Benicàssim y su voluntad de hacer grande la fiesta y su pasión por nuestra ciudad», declaró la alcaldesa.
Marqués aprovechó para «agradecer a la Generalitat y a toda la sociedad benicense su implicación en el éxito de este día e invitó a todos a compartir un año más esta celebración y a seguir atrayendo más visitantes hasta nuestra ciudad alrededor de nuestras paellas».
El Ayuntamiento está promocionando este año la fiesta a través de un vídeo en las redes sociales y con publicidad en los trenes, con motivo del reconocimiento autonómico.
Para Colomer esta distinción «también significa proyección y márketing turístico para la ciudad«. El Día de las Paellas no solo en una fiesta gastronómica, sino de fraternidad y de hospitalidad, mostrándolos los valores más importantes de una ciudad mediterránea como Benicàssim».
El exalcalde del municipio incidió en el importante papel que juega el plato de la paella ya no solo como valor gastronómico sino como evento social de hermandad donde se comparten momentos de amistad entorno a la realización de esa paella.
Por su parte, la alcaldesa añadió que el objetivo es «seguir potenciando y conservando la esencia de esta fiesta, que no es otra que la hermandad y la convivencia; y queremos dar un pasito más e ir también a por el reconocimiento nacional«.
Los números para cocinar el Día de las Paellas (25 de enero) se comenzarán a repartir este domingo (tíquets para guardar turno), entre las 17.00 y las 20.00 horas, en cuatro edificios: Casal Jove, Espai de la Música Mestre Vila, La Garrofera y centro de formación y empleo Josep Barberà i Ceprià; y el lunes, cuando ya se seleccionará el sitio para cocinar, según orden de cola, a partir de las 08.00 horas.