URBANISMO Obras
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Parte de la Vía Verde del Mar quedará cerrada a partir de la próxima semana durante un periodo de varios meses con motivo de las obras de canalización de la desaladora de Orpesa-Cabanes hasta Benicàssim. En concreto, el tramo afectado será el “comprendido entre Platgetes y Benicàssim”, permaneciendo inhabilitado a los usuarios temporalmente, según explicó el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Orpesa, Tomás Fabregat. Los viandantes o deportistas podrán acceder a esta transitada senda desde la entrada de la urbanización Torre Bellver, sin perjudicar tampoco a la admiración de las dos torres vigía que se encuentran en el camino, la Colomera y la Torre de La Corda, según aclaró Fabregat. Con lo que el trayecto se podrá realizar con normalidad “desde Bellver hasta Orpesa, un tramo que estará operativo y será transitable”, afirmó el edil. Está previsto que los trabajos arranquen “a partir del día 20”, cuando se instalen las señalizaciones de acceso y de corte de la vía correspondientes”, según añadió Fabregat.
Mientras, desde el Ayuntamiento de Benicàssim, especificaron que el cierre de la vía verde se llevará a cabo “el martes 21” por unas obras que tienen un plazo de ejecución de “tres meses aproximadamente”.
La actuación consiste en la implantación de un colector de agua potable para trasladar agua hasta Benicàssim en caso de necesidad. Concretamente, se instalará “una tubería de poliéster reforzada con fibra de vidrio de unos 700 mm de diámetro”, según informaron desde el consistorio benicense. Y afectará a una “longitud de 660 metros de la vía verde, de los que 490 metros corresponden a término municipal de Orpesa y unos 170 metros a Benicàssim”, según precisaron las mismas fuentes.
Estas obras sufren un retraso a raíz del cambio de la empresa adjudicada y de haberse postergado hasta la finalización de la temporada estival, cuando mayores molestias hubiera causado en las zonas afectadas de ambos municipios turísticos.
Y es que, además de la vía verde, la intervención también afecta a muchas otras zonas de Benicàssim, puesto que la canalización recorrerá prácticamente toda la localidad. El plan prevé que las obras, en total, duren un plazo aproximado de 10 meses, finalizando en el depósito de La Parreta previsiblemente en verano del próximo año 2015, y dependen de la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (ACUAMED), del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
La actuación se ha distribuido en varios tramos fijándose su ejecución en las fechas que menos puedan perjudicar al sector turístico y a los vecinos, teniendo en consideración la no coincidencia con las fiestas de Sant Antoni en el Bulevar –por donde también tiene que pasar la conducción– o la compatibilidad con otras obras que se están desarrollando en el municipio. El retraso de la canalización tampoco se ha lamentado, puesto que la infraestructura llega en un momento “que no hace falta el agua”, según han criticado en reiteradas ocasiones los representantes municipales. Además, mientras no concluyan estas obras, no comienza el pago de la amortización de la desaladora, por la que ambos ayuntamientos deberán pagar una anualidad durante los próximos 25 años de alrededor de 800.000 euros en el caso de Orpesa y de un millón en el de Benicàssim.
La conducción podría suministrar hasta 11.000 m3 de agua al día // El proyecto tiene un presupuesto máximo de ejecución de 4,5 millones de euros y consiste en la construcción de una conducción de 7.270 metros de longitud que suministrará a la localidad de Benicàssim un total de 11.000 m3 de agua al día. Benicàssim fue uno de los municipios en adherirse para la obtención de esta agua ante la necesidad de abastecimiento para las viviendas proyectadas en los PAI. Aunque ante la parada de estos desarrollos urbanísticos, se lamenta la inversión y se ha tratado de renegociar las condiciones del convenio.