SOCIEDAD Medio Ambiente
Marqués afirma que deberá ser «la Conselleria la que compense a las casas de la zona sur si se inundan»
R.D. // BENICÀSSIM
El Ayuntamiento de Benicàssim se ha cansado de esperar ante la inoperancia de la Conselleria de Medio Ambiente y la de Territorio para dar una solución a la inundabilidad de la zona sur del municipio. Susana Marqués señala que hace varios meses «que se remitieron cartas a la Conselleria de Medio Ambiente y de Territorio para que dieran una solución a los problemas que estaban sufriendo los vecinos del Cuadro de Santiago que, a causa de la rotura de las tuberías de drenaje, estaban viendo cómo sus parcelas se van anegando día a día. Meses después, seguimos sin una respuesta y sin poder actuar para resolver los problemas que los vecinos nos trasladan”.
«Si las bombas de achique de esta zona con nivel freático pareado al nivel del mar dejan de funcionar, las tierras volverán a inundarse y muchas viviendas consolidadas, que tienen más de 30 y 40 años, podrán verse afectadas hasta llegar a que el agua dañe sus cimientos, fosas sépticas o sótanos». Además, se suma el problema «de los mosquitos», ya que ese agua estancada puede llegar a convertirse en un foco de proliferación de estos insectos de difícil control.
La pasada semana, el concejal de Obras Públicas, Clemente Martín, se reunió con el director territorial de la Conselleria y el diputado de Medio Ambiente, Mario García, para tratar de buscar una respuesta a estos problemas. Sin embargo, la única contestación es que la Conselleria «tiene como objetivo revertir aquellos terrenos a su estado natural de marjal». Los técnicos municipales recuerdan que la marjal antigua que se cultivaba como arrozal, «fue precisamente desecada para evitar los gravisimos problemas de paludismo provocado por la plaga de mosquitos y que esa desecación que impulsó la Confederación Hidrográfica y el Ministerio en conformidad con los Ayuntamientos y hermandades de agricultores tanto de Castellón, como de Benicàssim se acogía a la legalidad de la época que ahora también se impone salvaguardando los derechos de los propietarios de las tierras y la salud pública».
La alcaldesa de Benicàssim ha señalado «que no se trata de ser conservacionista o no, sino de sentido común y de derechos de los ciudadanos. Los propietarios que viven allí tienen derechos que sus viviendas no acaben inundadas. Y los agricultores que allí cultivan, como los del coto arrocero de Castellón, tienen derecho a poder cultivar sus tierras. La Conselleria si quiere revertir esa situación tendrá que, primero dar la cara y expresar lo que de verdad pretende en esas tierras y segundo asumir la responsabilidad y compensaciones que tenga que dar a propietarios de casas y agricultores para que estos puedan superar las pérdidas que les supongan estas decisiones”.