Eva Bellido // Benicàssim
La zona entre el Torreón y el Voramar de Benicàssim pronto podría dejar de ser la única del litoral que no está conectada por carril bici en la localidad costera, que cuenta con una extensa red para las bicicletas de 18 kilómetros, pero que sigue presentando esta carencia.
El pleno de este miércoles ha aprobado una moción del portavoz de ARB y actual concejal de Urbanismo y Actividades en el equipo de gobierno, Carlos Díaz, que pretende impulsar el uso de la bici en el municipio con una serie de iniciativas, como es el buscar soluciones para conectar en bicicleta la Torre Sant Vicent y el Voramar, a financiar con los remanentes de tesorería.
Los vecinos de la zona lamentan la falta de continuidad en el trazado del carril bici por la Ruta de las Villas o sus alrededores y la peligrosidad a la que se deben enfrentar debiendo circular en bicicleta por la Gran Avenida Jaime I y la avenida Barcelona con niños o personas mayores, o incluso en algunas ocasiones por calles como Conde Bau o La Corte en dirección contraria, para poder conectar con el carril bici del municipio, el Torreón, el Voramar o la Vía Verde del Mar.
Críticas
Y es que desde que quedara prohibida la circulación en bicicleta por los paseos marítimos Bernat Artola y Pilar Coloma por el Ayuntamiento en estas dos últimas legislaturas se han levantado las críticas por parte de los usuarios, que lamentan “ser multados por la Policía Local”, cuando creen que es la zona “más segura” por donde pueden ir.
La medida se tomó a causa de las quejas de los peatones y para prevenir posibles accidentes. Aunque los ciclistas sugieren otras alternativas como “limitar la velocidad al mínimo, teniendo en cuenta que es un paseo, respetar una distancia de seguridad con los peatones y multar a los que no cumplan la normativa, en lugar de prohibir por completo la circulación en bicicleta, pues es una lástima que por una de las zonas con más encanto de Benicàssim no se pueda transitar si queremos presumir además de ser un municipio pro-bici”.
Además, usuarios del carril bici también critican que cuando llegan por la costa desde el sur al Torreón el itinerario les obliga a “desviarse subiendo al casco urbano y dando una gran vuelta para poder llegar a la vía verde, cuando lo que nos gustaría es poder seguir por el paseo marítimo en línea recta, junto al mar, o por alguna calle colindante, hasta el Voramar”.
La propuesta
La moción de ARB propone, con el fin de completar este recorrido sin tener que acceder al carril bici del bulevar del ferrocarril por la calle Torre Sant Vicent, la creación de una zona 30 –con velocidad máxima para los vehículos motorizados de 30 kilómetros por hora– en la calle La Corte a partir de Torre Sant Vicent que continúe por Jorge Comín, Conde Bau, Baladres y que, a través de una zona compartida con los viandantes por el paseo Pilar Coloma, llegue hasta el Voramar y pueda enlazar con la vía verde. También sugieren incluir la nueva plataforma única de la calle Bisbe Serra.
La actuación, consistente en señales verticales y marcas viales, tiene un presupuesto estimado de 4.900 euros. La iniciativa ha salido adelante con los votos de todos los partidos y con la abstención de Ara, con la puntualización de que se estudiará para su posible ejecución con los remanentes de tesorería.
En el caso de Ara Benicàssim argumentaron su preocupación por las zonas 30, ya que en éstas las bicicletas comparten vial con los vehículos a motor.
Nuevo carril bici a las urbanizaciones
Por otro lado, el nuevo carril bici proyectado hacia las urbanizaciones de montaña será una plataforma de uso compartido con el resto de vehículos pacificada mediante señalización vertical, que tendrá su origen en la calle Bodolz esquina con Desert y que llegará hasta las avenidas Montemolino, Barranquet y La Parreta.
En este sentido, la moción propone la unión de este carril bici con la estación de tren y el colegio Santa Águeda, desde la calle Desert por el camino de acceso a la estación, mediante un tramo en el que se sugiere que se cree una zona 30 de uso compartido, “lo que facilitará en un futuro la intermodalidad del transporte ferroviario con la bicicleta. El coste de esta otra actuación es de 2.100 euros.
Zona de aparcamiento en el pueblo
La tercera iniciativa que plantea la moción es la creación de una zona de aparcamiento vigilado para bicicletas para incentivar el uso de este vehículo de dos ruedas por el casco urbano.
La idea es proyectar y construir un aparcamiento con videocámaras en los andenes de la antigua estación (actuales dependencias de la Policía Local), con una capacidad inicial para 100 bicicletas, que se estima en unos 12.900 euros.
El documento propone que en un futuro podría completarse con la instalación de una cubierta solar que sirviera para gestionar un sistema de recarga para bicicletas eléctricas.