Eva Bellido // Benicàssim
Las obras de prolongación de la CV-149 de Benicàssim ya han comenzado. Tras la firma del acta de replanteo, han arrancado los trabajos de topografía, vallado y caminos de acceso, así como la limpieza de los lugares de instalaciones de obra (casetas y vestuarios) y tramitaciones para desvío de servicios. La semana que viene está previsto el despeje, desbroce y movimiento de tierras.
La actuación tiene un plazo de ejecución de unos seis meses y medio, por lo que para el próximo otoño ya estaría terminada.
La alcaldesa, Susana Marqués, junto a la primera teniente alcalde, Cristina Fernández; el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz; técnicos del área y representantes de la empresa adjudicataria, Becsa, visitaron la zona por donde discurrirá la extensión de esta autovía, que será de unos 620 metros, contará con cuatro carriles (dos por sentido) y uno para bicicletas.
El nuevo tramo conectará la conocida como rotonda de la Paella con la avenida Mohíno, facilitando el acceso desde las urbanizaciones de montaña. En este punto, el proyecto contempla, además, la creación de otra entrada desde la avenida Ferrocarril.
Comunicar Benicàssim y Castellón a cuatro carriles
«La actuación nos acerca al objetivo de comunicar Benicàssim y Castellón a cuatro carriles, al igual que lo están el resto de poblaciones del área metropolitana», según declaró Díaz.
Además, la intervención dotará al municipio de una cuarta vía de comunicación directa con la capital y se sumará a la Gran Avenida Jaime I, Ferrandis Salvador y la N-340.
Fernández destacó que era «un objetivo común y prioritario para el equipo de gobierno con el fin de mejorar las conexiones de Benicàssim con la capital de la provincia».
Para Marqués esta actuación «es necesaria para ganar en seguridad y movilidad, puesto que favorecerá la movilidad en la localidad, especialmente para los residentes en la zona sur y en las urbanizaciones de montaña, y ayudará a descongestionar la Gran Avenida Jaime I, sobre todo durante la temporada estival».
Sistema de drenaje
En cuanto a instalaciones, se ha previsto el sistema de drenaje que consistirá en cunetas de recogida de aguas pluviales en la zona norte para almacenar las aguas de escorrentía en la franja hasta la carretera nacional 340, y una cuneta central para recogida de aguas pluviales provenientes de la propia plataforma del vial, mientras que en la rotonda de Mohíno se dispondrán imbornales que conectarán a un colector central independiente del resto que conectará con la actual red municipal de Benicàssim.
Por otro lado la rotonda dispondrá de una red de alumbrado con columnas de 8 metros y luminarias de leds, contará con un sistema de riego por goteo y jardinería para mejorar estéticamente su aspecto. “Asimismo, contará con una calzada central en tierras que simulará la vía pecuaria que por aquí discurre”, indicó Díaz.