Eva Bellido // Benicàssim
El Ayuntamiento de Benicàssim ha adjudicado la obra de canalización de la calle Mossen Oliver a la empresa Jujosa por un importe de 100.754 euros, lo que supone un 8% de baja económica respecto a la cantidad por la que salió a licitación pública, 109.516 euros. Con todo, se prevé que sea “a principios de octubre” cuando comiencen estas obras” para dar solución a los problemas de inundabilidad de la zona, según informó el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz.
El objetivo es “canalizar todas las aguas que provienen del párking de la antigua estación, el trozo del bulevar central, ya que cuando se remodeló en su día solo se asfaltó pero no se hicieron canalizaciones de recogida de pluviales y cuando llueve la pendiente las lleva a la calle Torre Sant Vicent”, indicó Díaz.
La idea consiste en la realización de “unos registros de recogida de aguas de pluviales con rejillas, desde donde está el polideportivo, la parte de arriba de la calle Torre Sant Vicent, esquina Mossen Elies, por delante del campo de fútbol, para canalizarlas por Mossen Elies y llevarlas al barranco de Farja”.
Y es que desde que se quitó la antigua estación y las vías del tren, cuando hay lluvias torrenciales se registran problemas de inundaciones en esta zona, llegando a entrar el agua en viviendas en algunas ocasiones. Hasta que se desarrolle la obra, la escorrentía busca la salida hacia el mar y esto es por la calle Torre Sant Vicent.
Los trabajos está previsto que estén completamente finalizados “antes de final de año”, afirmó el edil, en cuanto a los plazos de ejecución de la obra, que son de “dos o tres meses de duración”.
Esta actuación no afecta a la prevista en la calle Torre Sant Vicent del proyecto europeo pionero de drenaje cerámico sostenible, que recogerá el agua que caiga directamente de la lluvia en este vial para su reutilización; y que también empezará este año, en breve.
Por otro lado, se están registrando quejas de algunos vecinos de la calle Manuel de Falla del Cuadro de Santiago, que denuncian que se encuentra en un estado “lamentable y tercermundista”. “Estamos viviendo en esta calle más de 35 años con la falta de un alcantarillado público. Y nuestro mayor problema es que cada vez que hay un temporal de lluvias, nuestras fosas sépticas, sótanos, garajes y plantas bajas terminan inundadas”, lamentan.