URBANISMO Infraestructura deportiva
Benicàssim va cerrando capítulos de su arduo proceso de reactivación de la piscina municipal y avanzando desde que el pasado 1 de septiembre la empresa Renos dejara de prestar el servicio y cerrara las puertas de las instalaciones.
El pleno del Ayuntamiento celebrado este viernes aprobó –con los votos a favor del PP, en contra del PSPV y EU, y la ausencia del portavoz del Bloc, Domingo Ferrando, en la aprobación del punto alegando trabajar en una empresa del mismo grupo, y el concejal socialista Ramón Álvarez que no asistió al pleno– la pieza separada del abono de la inversión para la amortización de la obra de la infraestructura deportiva, consignando una cantidad definitiva de 1.200.000 euros que garantizarán la titularidad y posesión del inmueble.
El consistorio ha incluido “97.000 euros de los más de 200.000 que nos ha solicitado la compañía en el periodo de alegaciones”, según explicó la alcaldesa, Susana Marqués, que se suman al millón de euros ya previsto y consignados inicialmente por el equipo de gobierno recientemente.
Marqués afirmó que el Ayuntamiento no va a realizar todavía el pago “ni va a soltar ni un euro”. “No estamos aprobando ningún pago”, aclaró. Al respecto, la portavoz adjunta, Carolina San Miguel, ratificó que la entidad “no va a ver ni un euro hasta que se cuantifiquen los daños perjuicios”. Y es que el dinero se ha tenido que consignar ya “puesto que es lo que marca la ley, y cuenta con todos los informes favorables, pero no se pagará todavía”, argumentó San Miguel. Asimismo, el punto aprobado también contemplaba rectificar un error aritmético y la estimación de alegaciones.
El coste total de la obra de la piscina ascendió a alrededor de 3,5 millones de euros, una cantidad que se había establecido afrontar paulatinamente en el plazo de 25 años del contrato de su concesión y explotación, pero que con este giro deberá hacerse de golpe.
Por incumplimiento del contrato, el consistorio pedirá a la empresa una indemnización por daños perjuicios, contemplando no poder pagar ya ese dinero por plazos, la resolución anticipada del contrato, la nueva licitación que se está teniendo que llevar adelante, entre otros motivos, confiando los representantes municipales en que sea una cuantía “superior a la amortización de la obra” y en que ambos pagos puedan hacerse al mismo tiempo.
Marqués también informó ayer de que los pliegos de la adjudicación “ya están completamente redactados, tanto los técnicos como los administrativos” y que ahora están en periodo de revisión y estudio, porque se quiere analizar todo “con lupa” para realizar todos los trámites correctamente.
Después, el servicio saldrá a licitación y una vez adjudicado se concederá a la nueva empresa un plazo de dos o tres meses para ejecutar la obra del gimnasio y la cafetería (los nuevos servicios que se incorporan a la explotación para favorecer la rentabilidad total del complejo deportivo), por lo que, probablemente, a partir del otoño, podría estar de nuevo abierta la piscina y en funcionamiento.