SOCIEDAD Medio Ambiente
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Benicàssim concluye esta semana la poda de sus más de 800 palmeras públicas con métodos tradicionales de cuidado de estos árboles que tanto han padecido la plaga del picudo durante los últimos años. Precisamente, esta tarea se realiza siempre durante los meses con menores temperaturas, puesto que justo al podarlos “es cuando fluye más savia, por lo que podría atraer al picudo si se hace en los meses de verano”, explicó el concejal de Medio Ambiente, Clemente Martín. En estos momentos, los trabajos “son ya de conclusión de la campaña, así como labores específicas en algunos ejemplares dañados”, indicó el edil.
La poda de las palmeras en Benicàssim se realiza “mediante métodos tradicionales y respetuosos con el árbol, ya que se poda a la antigua usanza, con un ‘corbellón’ español como los que se confeccionan en la zona de Alicante y mediante el sistema de acceso con el artilugio conocido como bicicleta, por el que el operario asciende a la palmera por el tronco dañando lo menos posible el árbol”, apuntó Martín.
En cuanto a las últimas tareas específicas que se están desarrollando, se encuentra el caso de una de las palmeras de la céntrica plaza de la Fuente del Señor. El preciado árbol sufrió el ataque del picudo y ha sido tratada constantemente para combatirlo. Ahora se ha realizado lo que se conoce como una ‘cirugía arbórea’, que consiste en una limpieza de todas las hojas dañadas y salvaguarda del ‘ojo’ del árbol que sigue vivo.
El responsable del área medioambiental destacó que Benicàssim “es un municipio en el que siempre hemos lucido y tenido en nuestro término municipal muchas palmeras que han embellecido la ciudad”. “El picudo dañó muchos árboles y por eso tenemos que poner el máximo cuidado en salvaguardar las que tenemos que son más de 800 ejemplares de diversas variedades”, añadió.