El concejal de Obras y Playas de Benicàssim, Clemente Martín, ha realizado un repaso por los trabajos que ha emprendido ya la brigada municipal para restituir el estado de la playa y tenerla acondicionada para acoger a los primero turistas en Semana Santa.
Martín ha apuntado que toda la maquinaria específica de la playa «se ha puesto ya en marcha para poder devolver la zona de arena a su estado óptimo. Para ello, se están recogiendo las raíces y algas que depositó el temporal sobre la zona de la arena. Este trabajo es muy costoso porque como los residuos tienen mucha humedad, primero hay que amontonarlo para después orearlos y que en esas labores de limpieza no nos llevemos más arena de la que ya ha retirado el temporal. Después se cargan y se depositan para que pierdan toda la humedad y se llevan a un vertedero adecuado para tratarlos”.
El concejal ha indicado que esta es una de las primera labores tras las tormentas de las pasadas semanas y después de haber limpiado de manera inmediata el paseo donde ya se puede caminar sin ningún tipo de impedimento.
Al mismo tiempo, desde el área de Medio Ambiente también se han iniciado las labores de acopio de tierra en los oasis de la playa donde se habían descarnado las palmeras y existía peligro de arranque.
Clemente Martín ha recordado que el siguiente paso «lo deben acometer desde la Generalitat» para reparar todas las infraestructuras de servicios de la playa, como reparación de lavapiés y duchas y restitución de zonas de acceso «que se comprometieron a asumirlo ellos». Martín espera que esas ayudas «lleguen de manera inmediata para poder tener la playa en perfectas condiciones para cuando lleguen los primero turistas en Semana Santa, ya que nuestra playa es el recurso más esperado para los visitantes y debemos tenerla, como siempre, con unos niveles de limpieza y calidad de servicios óptimos”.
El concejal ha recordado que en total y a falta de estimar lo que costaría la reposición de las grandes infraestructuras como espigones y escolleras, devolver las playas a la «normalidad» puede suponer alrededor de 300.000 euros.