URBANISMO Obras
Comienza la renovación de la luminaria del entorno de la iglesia de Benicàssim
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Operarios ya iniciaron, desde la semana pasada, las primeras tareas para llevar a cabo la remodelación prevista de las luminarias del entorno de la iglesia Santo Tomás de Villanueva. Una actuación que incluirá la sustitución de la iluminación de la plaza Constitución y la calle Les Creus, tras contar ya con el visto bueno de Cultura, al ser la iglesia y su entorno un BIC (Bien de Interés Cultural).
La intervención también abarcará el cambio de equipos en varios cuadros de alumbrado público de otras zonas del municipio como el tramo pendiente del paseo marítimo norte, desde el Voramar, por l’Almadrava y hasta Torre Sant Vicent, y también en las urbanizaciones de montaña, entre otras.
Este nuevo plan de alumbrado está previsto que se ejecute antes de final de año, pues la inversión corre a cargo de los remanentes del 2014. El concejal de Servicios Urbanos, Clemente Martín, destacó que este proyecto ha sido posible gracias a la buena gestión económica realizada en el ejercicio anterior que nos ha permitido contar con un superávit que ahora estamos destinando a acometer las peticiones que los vecinos nos han ido transmitiendo”.
En esta ocasión, el plan contempla la sustitución de las antiguas lámparas de vapor de mercurio, muy contaminantes, no solo lumínicamente sino también por su composición, por otros equipos electromagnéticos más modernos y con iluminación led.
Con este cambio de iluminación, se consiguen reducir hasta un 80% los costes de mantenimiento de las farolas y, además, disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera, contribuyendo a mejorar la calidad del aire en nuestra localidad, según indicaron desde el consistorio.
En los paseos, donde este proyecto está a punto de concluir, se han sustituido las luminarias existentes, que eran lámparas de vapor de mercurio de 125 W por otras de iluminación led y equipos electrónicos programables, con lo que se pretende conseguir una mejor iluminación y, al mismo tiempo, ahorrar energía, entre otras cosas porque permite controlar con más precisión su encendido y apagado en función de las necesidades vecinales y la época del año, según señalaron desde el consistorio
. En el caso de las urbanizaciones, las lámparas existentes son de vapor de mercurio de 250 W y serán sustituidas por otras más eficientes de vapor de sodio de 150 W y equipos electrónicos programables.