SOCIEDAD Sant Antoni 2014
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
El Ayuntamiento de Benicàssim ya tiene claro que repetirá en Sant Antoni el nuevo sistema que aplicó durante las pasadas fiestas de enero para minimizar las horas de espera en el reparto de números para las ubicaciones para el Día de las Paellas. La concejala de Fiestas, Carolina San Miguel, explicó que, tras los buenos resultados adquiridos el pasado ejercicio con la implantación de esta fórmula, el consistorio ha decidido seguir apostando por realizar así el proceso que suele concentrar a miles de personas para reservar su sitio preferido para la fiesta que cuenta además con el reconocimiento de Interés Turístico Provincial.
Y es que este sistema pionero que se probó por primera vez el pasado año dio sus frutos. La iniciativa establece la distribución de los números desde cuatro edificios públicos de la localidad: la Garrofera, Espai de la Música, Casal Jove y el centro de formación Josep Barberà i Ceprià, por lo que se ataja la problemática con las largas colas que se creaban cuando se llevaba a cabo el reparto desde un único emplazamiento como era el polideportivo municipal Torre Sant Vicent. Las colas se reducen considerablemente al dividir a todos los interesados en coger su tíquet en diversos sectores del municipio y el tiempo de espera también fue muy inferior desde que se abrían las puertas hasta que llegaba el turno en relación con los años anteriores y pasadas ediciones.
Aún así, los primeros en llegar continuaron haciéndolo de forma muy adelantada como ya es habitual y acudieron unas 20 horas antes –cuando antes el récord estaba en 33—para asegurarse tener su ubicación preferida y junto a sus casas o locales. Y es que todos quieren cocina su paella delante de casa y si está en la calle Santo Tomás y en la parte más céntrica todavía es mucho más complicado. Por lo que muchos se apresuran en ser los primeros, aunque haya que pasar la noche en vela y prepararse para la ocasión. Las últimas ediciones también se aplicaron iniciativas vecinales como la creación de una lista que era custodiada por algunos ‘guardianes’ que se ofrecían a pasar la noche controlando el proceso o se turnaban con otros para que los demás pudieran dormir y evitar aguardar durante toda la noche.