EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
Martin Hutchinson, el ‘caminante’ inglés que está recorriendo el mundo para concienciar sobre el desastre ecológico, ha llegado a la localidad de Benicàssim y transita estos días la costa de la provincia. Tras hacer 34.000 kilómetros a pie por 21 países de Latinoamérica en un emocionante viaje de nueve años, el naturalista empieza una nueva aventura en la que pasará por 44 países de diversos continentes si su salud se lo permite, pero esta vez, eso sí, en bici. Hutchinson es un bombero retirado de 55 años, procedente de Manchester. Recostado en un vehículo de tres ruedas, que le sirve de transporte ecológico y también como hogar, en unos meses, y tras partir de Inglaterra, ha visitado Francia, Italia, Portugal y España. Además de Europa, seguirá por India, países árabes y Australia, para terminar previsiblemente en Nueva Zelanda, en otros nueve años viajando por el mundo.
Ha dado charlas en más de 600 escuelas y universidades para avivar el esperado cambio de actitud de la sociedad que ayude a acabar con el ataque medioambiental que va mostrando con un actualizado material audiovisual, centrado en la basura y, especialmente, en el plástico. En su cuenta de Youtube ya cuenta con más de 5.000 vídeos en los que va denunciando el estado de un sinfín de lugares del planeta.
En su trayecto por la provincia ha lamentado la “gran cantidad de basura” acumulada junto a la calzada de la N-340 en algunos tramos, así como en las playas, con la aglomeración de plásticos. Y es que, según advierte, España es uno de los países europeos “menos concienciados” y “más sucios”. En el ránking mundial le ganan otros latinoamericanos “como Perú, Bolivia, Argentina o Chile”, señala. “Mientras en España y otros países hay basura por las carreteras, en India, por ejemplo, están reutilizando estos plásticos precisamente para hacer carreteras, cuenta Hutchinson. Una técnica que permite convertir los plásticos desechados en uno de los componentes esenciales para producir el hormigón asfáltico, transformando así la basura en carreteras, autovías y pistas de aeropuerto. De hecho, en la India ya hay más de 5.000 kilómetros de carreteras asfaltadas con plástico.
Su objetivo mientras contempla el estado del planeta es “conversar con las personas y concienciar sobre el cambio de actitud”. Asegura que el cambio climático es una realidad, aunque duda de si es “por nuestra culpa o algo natural”. “No pensamos en el futuro y no estamos preparados para ello”, sentencia.
Pasa un máximo de dos o tres días en cada sitio, pues tiene mucho que recorrer. Y duerme, normalmente en su bicicleta, una ‘Recumbent Trike’, que la tiene equipada con una especie de toldo hecho con elementos reciclados para protegerse del frío, el viento y la lluvia. También le acompañan recortes de prensa de los periódicos tanto españoles como internacionales que han ido narrando su viaje, ganándose su fama como el ‘caminante’ o ‘mensajero’ que quiere salvar el mundo del desastre ecológico. A veces tiene suerte y come caliente y duerme bajo techo, gracias a la hospitalidad de personas también concienciadas con su causa que se va encontrando en el camino, como le ocurrió a su llegada al hotel Voramar, a su paso por Benicàssim.