CULTURA Patrimonio
Benicàssim ha dado un nuevo paso en la protección y conservación de su patrimonio. El Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals de la Generalitat Valenciana restaurará un valioso bajorrelieve de época romana del palacete municipal de Villa Elisa en las instalaciones que tiene la Diputación de Castellón en Penyeta Roja.
Una buena noticia que surge de la visita de la subdirectora de CulturArts y responsable de este centro de la Generalitat, Carmen Pérez, a Villa Elisa recientemente junto al concejal de Cultura del Ayuntamiento de Benicàssim, Mauro Soliva, para evaluar el estado de conservación de esta estimada pieza histórica incrustada en una pared exterior.
Asimismo, se procedió a perfilar el procedimiento necesario para la extracción de la antigüedad y su traslado al Servei de Conservació i Restauració de Penyeta Roja, donde permanecerá para su estudio y restauración durante los próximos meses.
SU HISTORIA // El mármol romano es de temática agrícola, presenta unos amorcillos pisando uva en un lagar y fue encontrado en unas excavaciones en Tortosa hacia 1905 y en una fecha indeterminada fue adquirida por el influyente Joaquín Bau, que desempeñó sucesivamente los cargos de alcalde de Tortosa, diputado en Cortes por Tarragona y, posteriormente, ya en época franquista, llegó a ser presidente del Consejo de Estado.
El Conde Bau trasladó la pieza a Benicàssim y la hizo colocar en la fachada lateral de Villa Elisa, el palacete familiar de veraneo, para ser contemplada desde su magnífico jardín junto a otras obras de arte. Cuando en 1982 Villa Elisa fue vendida por la familia Bau-Carpi al Ayuntamiento, la pieza pasó, junto con el resto de obras de arte y mobiliario que contenía el edifico, a ser patrimonio de todos los ciudadanos de Benicàssim.
Soliva agradeció la “sensibilidad y rapidez con que la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón han atentido el requerimiento del consistorio para salvaguardar este valioso patrimonio”.
Y es que, como recomendaban los técnicos, “era urgente intervenir para evitar tanto el deterioro del bajorrelieve por estar a la intemperie y expuesto a la salinidad del mar, como para prevenir acciones vandálicas sobre el mismo o, incluso, su sustracción, dado su elevado valor patrimonial”, señaló Soliva.
El edil también explicó que la pieza, una vez esté totalmente recuperada, volverá a Benicàssim, aunque “se le buscará una mejor ubicación que garantice su seguridad y preservación para las futuras generaciones”.
No obstante, se procederá a realizar un modelado digital que permitirá obtener una réplica del bajorrelieve que será colocada en el lugar para el que el Conde Bau adquirió la pieza.