EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
El Rototom Sunsplash, que llega a Benicàssim del 16 al 23 de agosto, ha editado el documental More than Twenty que resume los más de 20 años de historia del festival reggae, en ocho episodios, de 15 minutos. Desde los conciertos ocupando una fábrica abandonada en Italia para crear un centro cultural hasta esta 21ª edición. Historias del origen, de por qué tuvieron que abandonar su país y el traslado a Benicàssim se muestran en el filme. El primer capítulo se estrena en internet el 1 de julio.
–¿Qué se ha intentado transmitir con este documental?
–Con motivo del aniversario del festival, el director, Tommaso d’Elia, no ha querido centrarse solo en el festival sino en la experiencia de quien lo ha construido, que se remonta a más de 20 años atrás. Cómo la aventura de unos amigos en 1991 llegó a convertirse en este macrofestival con mucho más que música. La gran difilcultad ha sido la de encontrar material audiovisual, imágenes y vídeos, puesto que en los inicios nadie iba a un concierto con cámaras.
–¿En qué se centra?
–En la amistad que nos une y cómo, ante las adversidades, nos hemos hecho más fuertes. También en el esfuerzo y el trabajo que ha conllevado, ya que no lo hemos tenido fácil. Nunca hemos tenido un fuerte inversor ni la credibilidad de los bancos. Y hasta enfrentarnos a problemas políticos en Italia, con un gobierno que nos interpretaba y trataba como un enemigo. Trasladar el festival de Italia a España fue muy doloroso. Tuvimos que dejar la familia, los amigos e inventarnos una nueva historia aquí. Más que un documental cronológico es una historia romántica, de un equipo de jóvenes que al final consigue realizar un sueño o inventarse un trabajo que les gusta.
–¿Cuál es vuestro reto ahora?
–Tenemos muchas ambiciones. En paralelo, estamos desarrollando otros proyectos, como en Sudamérica o toda Europa, vinculados a este festival, proyectos independientes que están creciendo. En cuanto al Rototom, trabajamos en subir la calidad y no la cantidad de público, que ya es mucho. Más propuestas culturales, aparte de los artistas, porque ya estamos en el top de los mejores del mundo hace años. También intentamos mejorar las áreas culturales y la programación en las playas.
–¿Qué diferencias hay de vuestra primera ubicación a esta?
–Las oportunidades. En Italia se hacía en un pueblo muy alejado de todo y aquí estamos mejor situados, más céntricos. Resulta cómodo llegar desde Madrid o Barcelona y tenemos la colaboración de muchas más oenegés. Hemos pasado de 10 ó 15 en los primeros años a más de 50 ó 70 este año. Las dimensiones del recinto son más grandes, el doble. Y tenemos más público, puesto que se puede recrear mejor el espíritu del evento, que es la atmósfera, la armonía, la paz…, que con esta diferente actitud de la policía y los políticos, que nos valoran como emprendedores que somos, se ha podido lograr.
–¿Alguna anécdota?
–El hijo del nuevo director del FIB fue a una edición del Sunsplash cuando se hacía en Italia y no volvió más por cómo lo trató la policía. Es un ejemplo de los problemas que teníamos día a día allí.
—¿Qué principal novedad se presenta este año?
–El cierre del recinto desde las 10.00 hasta las 16.00 horas. Un esfuerzo que hacemos para intentar que el pueblo se beneficie más, puesto que los asistentes saldrán a buscar restaurantes. Y la propuesta de las playas será más atractiva, ya que se ha incrementado.
–¿Y del prefestival?
–Aparte de una gran batucada que recorrerá las calles, traeremos para esta fiesta, el 15 de agosto, a una banda muy reconocida como Skatalites, que arrastra a miles y miles de personas y que, siendo un concierto gratuito, seguro atraerá a muchas personas de la provincia y de toda España.
–¿Cómo va la preventa?
–Ha vuelto a subir un 10% más, tras el 20% que ya se elevó en el 2013. Es una muestra de fidelización del público, procedente de 100 países. El ránking lo lideran españoles, franceses, italianos e ingleses.