CULTURA Festivales de Música
EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
“Sí habrá FIB”. Es la respuesta a las miles y miles de personas que estos días se preguntan si finalmente se celebrará este verano, y en apenas dos semanas (del 18 al 21 de julio), el Festival Internacional de Benicàssim. Así lo aseguró ayer Maraworld (la empresa del FIB) a través de un comunicado en el que garantizaba su celebración y continuidad anunciando la venta de una “parte considerable de las acciones” a dos de los más importantes promotores de festivales europeos, Denis Desmond y SJM Concerts.
Y es que los impagos a los proveedores por parte del propietario de la empresa, el productor irlandés Vince Power, han frenado el arranque del montaje de las instalaciones y las infraestructuras del FIB en el recinto de conciertos de la localidad, que debería haber comenzado hace varios días, en las fechas que suele ser habitual, unas tres semanas aproximadamente antes del inicio del evento.
Tras haber afirmado los organizadores del FIB que el festival seguía adelante a través de un primer escueto comunicado, Maraworld revelaba unas horas después la noticia ‘bomba’ de la venta, aunque Power “permanece como accionista en Maraworld y continuará ejerciendo como director general hasta agosto del 2013”. Vince Power ha sido hasta la actualidad el director del festival y propietario del grupo empresarial Music Festivals PLC, la empresa matriz de Maraworld que entró en concurso de acreedores en Reino Unido hace meses y ha terminado arrastrando también a la misma situación al FIB, con una deuda con los proveedores de alrededor de cuatro millones de euros.
La operación ‘in extremis’ para salvar el festival ha consistido, según ha podido averiguar este diario, en la venta de un 65% de las acciones, quedándose Power con el 35%, por lo que a partir de agosto se esperan cambios en la dirección de la empresa, al haber perdido su actual gerente la totalidad o mayoría de las acciones.
La organización del FIB asegura que el certamen, que celebra este año su 19 edición, “sigue adelante” y que “no se ve afectado por esta adquisición”. Power explicó que el “difícil clima económico, unido al mal año sufrido por Music Festivals PLC ha motivado mi decisión de vender una participación considerable del Festival de Benicàssim». El productor irlandés se mostró «satisfecho» de que «dos de los más importantes promotores de festivales europeos sean ahora socios».
Asimismo, afirmó que el FIB es uno de los festivales «mejor establecidos y más amados del mundo y yo quería asegurar el futuro del festival por muchos años». «Me congratula que hayamos encontrado excelentes socios para llevar el FIB hacia adelante en una nueva fase y garantizar a los fans que está asegurado y es sólido este año y los años venideros», ratificó. Además, «el año que viene, FIB celebra su 20 aniversario y espero vivir muchos más memorables festivales en los años que vienen», concluyó.
Sin ser supersticiosos en esta edición del 20’13’, este FIB siempre será recordado como el año de las dificultades, al borde del abismo o del precipicio con tantos frentes abiertos como las negociaciones para el alquiler de los terrenos, la deuda con los proveedores con impagos de los trabajos del 2012 y el concurso de acreedores, que han conllevado también a una merma considerable en la venta de entradas y a que el FIB haya estado tan a punto de suspenderse.
Aunque, afortunadamente, la inyección de capital ha llegado justo a tiempo y puede ser la solución a todos los problemas. La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, declaró ayer, por su parte, que la “incertidumbre generada en torno al festival barajando la posible cancelación del mismo no ha supuesto en ningún momento para el Ayuntamiento ninguna merma en el trabajo diario para conseguir que el recinto estuviera en óptimas condiciones”.
De hecho, este diario pudo comprobar ayer cómo se están desarrollando trabajos de riego en las zonas ajardinadas del recinto y el traslado de numerosos contenedores de reciclaje. La munícipe también resaltó la “importancia de las gestiones realizadas por parte del actual equipo de gobierno del PP para conseguir, por primera vez, tras 18 ediciones del festival, que los 120.000 m2 del recinto de conciertos para la celebración de festivales en Benicássim estén a disposición del consistorio, garantizando por largo periodo de tiempo que el municipio tenga el control de la gestión de este espacio”.
Y recordó que desde el ejecutivo “siempre hemos exigido dos premisas fundamentales, que se pague a los proveedores la deuda del año anterior y, sobre todo, que se garantice el pago de los servicios que se realicen este año”.
Desde el Ayuntamiento confían en que hoy o mañana puedan arrancar los trabajos del montaje para cumplir los plazos previstos, ya que también se les ha exigido “las mismas garantías y condiciones en el montaje de infraestructuras y de seguridad que en años anteriores porque nuestra máxima preocupación es asegurarnos que el festival siga siendo uno de los más seguros de Europa y siga manteniendo un estándar de calidad en sus servicios”.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, también se manifestó al respecto, asegurando que tanto “la Diputación de Castellón como el Ayuntamiento de Benicàssim, colaboradores del FIB, siguen trabajando para asegurar que la edición de este año va a ser posible».
ARTISTAS // Los cabezas de cartel de este año son The Killers, Queens of The Stone Age, Arctic Monkeys, Primal Scream, Beady Eye (la banda del ex líder de Oasis, Liam Gallagher), Kaiser Chiefs, Dizzee Rascal, The Courteeners, Hurts, Deap Vally, Jake Bugg y Azealia Banks, entre muchos otros, cuya asistencia también ha sido confirmada por la organización.
Los proveedores, pendientes del pago en sus cuentas para empezar a trabajar
El arranque del montaje del FIB será la máxima garantía de que el festival finalmente se celebrará este año, del 18 al 21 de julio. Y es que aún a pesar de que el Ayuntamiento de Benicàssim continúa con sus trabajos habituales, dentro de su calendario, de adecuación del recinto, el montaje del macroevento todavía no ha empezado ni hay indicios de ello.
Los proveedores del festival internacional se han plantado y no prestarán sus servicios ni trabajarán hasta que Maraworld les realice la transferencia bancaria. Tanto los propietarios de los terrenos de las zonas de acampada, que son unos 14 que poseen alrededor de 160.000 m2 que este año alquilan de forma directa a los dueños de los festivales, como los acreedores exigen garantías de pago a Vince Power.
Los arrendatarios de las parcelas del cámping han firmado un contrato con Maraworld, tras unas largas y duras negociaciones que se han dilatado considerablemente en el tiempo, que establece un precio único de 0,35 euros por m2 con un contrato anual que únicamente les permite la utilización del suelo durante la celebración de la cita y el tiempo estipulado para montaje y desmontaje.
Además, el acuerdo incluye garantías como el requerimiento de la firma del administrador concursal –que fue nombrado por el concurso de acreedores por el Juzgado de lo Mercantil nº 11 de Madrid, el abogado Jaime Beltrán–, y el pago por adelantado del 50% del alquiler con la firma de la empresa del contrato y antes de la celebración del festival, debiendo también hacer frente a la parte restante en un plazo establecido tras su finalización.Los dueños están a la espera del retorno del contrato con las firmas del administrador y de Vince Power. Y lo tienen claro, si no se cumplen las condiciones “no cederemos los terrenos”, aseguran.
Por su parte, los proveedores afectados, también solicitaron a Maraworld un adelanto de los gastos de sus servicios para este año, debiendo ingresar el FIB, dependiendo de cada caso particular, un 50%, un 30% o un 20% del dinero necesario por adelantado, en dos plazos establecidos el 15 y el 28 de junio, según explicaron a este periódico desde varias empresas dedicadas al montaje del festival.
Una cifra que, además, “se fue rebajando a petición de Marawold, llegando, incluso, en algunos casos a pedirse sólo los gastos del viaje y el alojamiento”, puesto que al menos “el 90% de los proveedores hemos intentado colaborar para que el festival salga adelante”. “Y no se ha efectuado ningún pago”, afirmaron. “Hasta que no recibamos el ingreso en nuestra cuenta no empezaremos a trabajar”, señalaron indignados.
Y es que, además, estos afectados no han cobrado la última edición del 2012, puesto que tras entrar en concurso de acreedores deben asumir el plan de pagos previsto, que contempla una quita del 50% (un dinero que ya no cobrarán) y el cobro de la parte restante en los próximos cinco años, en concreto, en diciembre del 2013, 2014, 2015, 1016 y 2017, según ha podido averiguar este diario, contemplando en el primer pago de este año únicamente el 5%. Por lo que la situación para estas empresas se hace “insostenible”, que, incluso, tienen que afrontar los gastos de desplazamiento y alojamiento de sus trabajadores en Benicàssim.
Además, explican que ellos sí pagaron el IVA correspondiente denunciando que Power se llevó por lo menos el año pasado “un millón de euros de beneficios del festival a Inglaterra sin pagar aquí”.
La mayoría están a la espera de recibir noticias de Maraworld, tener el contrato firmado y recibir el cobro.
Las empresas del montaje del FIB aseguran que habrá que renegociar las condiciones ya que ahora habrá que trabajar más a contrarreloj y de día y noche
Trabajadores y gerentes de varias empresas que trabajan desde hace años en el montaje de las infraestructuras del FIB explicaron ayer a Mediterráneo que de celebrarse finalmente el festival y empezar con la instalación en el recinto, “sería necesario renegociar las condiciones del contrato, puesto que la situación ha cambiado”. “No es lo mismo trabajar en un horario más sosegado que hacerlo más a contrarreloj, teniendo que dedicar prácticamente las 24 horas del día, trabajando día y noche, y con más empleados”, indicaron. Para comprometerse a tener las tareas perfectamente finalizadas en el plazo establecido justo antes del inicio del festival deben reestructurar su modo de trabajo, según argumentaron.
No obstante, todos lo tienen todo preparado para comenzar con el montaje rápidamente en el caso de que la situación de impagos se solvente con la venta de gran parte del FIB, los trabajadores están a la espera y el material a punto.