Eva Bellido // Benicàssim
El Rototom mantiene en marcha su maquinaria con la esperanza de poder celebrar su festival reggae, el más importante de Europa, durante el mes de agosto, en Benicàssim, con un protocolo especial adaptándose a las nuevas circunstancias.
“Confiamos en que en los próximos meses la situación vaya a mejorar, en el sentido de la pandemia, primero porque baje la curva de contagios; y, segundo, porque empezará la vacunación masiva de la población española y europea. Lo que nos da muchas ilusiones”, explica el director del certamen, Filippo Giunta.
Giunta pone como ejemplo y país de referencia Inglaterra, “donde ya se han adelantado, de hacer la vacunación masiva a toda la población y han marcado etapas de la desescalada para los eventos, empezando a permitir los más pequeños y a partir del 21 de junio ya no tendrán limitaciones de ningún tipo”.
“Por eso, nuestros colegas que organizan festivales allí han puesto a la venta las entradas, confirmado carteles y en pocos días van a tener los primeros sold out, lo que denota las ganas que tiene la gente de volver a la normalidad, lo que nos tranquiliza y da ilusiones”. “Esperamos que en España siga todo como en Inglaterra, en cuanto a vacunación y vuelta a la normalidad”.
Que otros países como Inglaterra ya están confirmando la celebración de festivales, también favorece la situación al Rototom, en España, pues tendrá más factible traer a los artistas de fuera de Europa gracias a los eventos ingleses.
Las opciones del Rototom
El Rototom está trabajando en una edición especial, en la que barajan en varias posibilidades, según la situación de la pandemia y las normativas. Son conscientes de que es muy posible que de permitir la celebración del festival, tendrían la condición de hacerlo con aforo limitado, mucho más reducido a las anteriores ediciones.
“Estamos planeando la posibilidad de una edición para un máximo de 10.000 personas, en ese caso; y un mínimo de 5.000, porque menos no nos resultaría rentable”.
Para ello, planifican un mapa “con menos estructuras, menos escenarios, menos coreografías… pero manteniendo el mismo cartel, programa artístico, contenidos y servicios”…
Asimismo, plantean la posibilidad de montar grandes carpas en la entrada para la realización de pruebas PCR a todos los asistentes que no estén vacunados.
No obstante, se mantienen cerrados a realizar una edición del Rototom en la que sea obligado “mantener distancias de seguridad y llevar la mascarilla en todo momento, porque iría en contra de la filosofía del festival, y el nuestro no tiene cabida sin contacto ni abrazos”.
El Rototom mantiene la venta de entradas para su próxima edición, que está prevista –si la situación lo permite– del 16 al 22 de agosto. Y ya ha anunciado cerca de la mitad del cartel hasta el momento.