Eva Bellido // Benicàssim
Benicàssim estudiará la forma de favorecer la pesca pero sin perjudicar a los bañistas. De esta forma, el Ayuntamiento pretende atender una reivindicación de los aficionados a esta práctica, que ven escaso el horario habilitado, de 21.00 a 09.00 horas. Aunque será un informe el que determine si es viable y compatible con los demás usuarios de las playas.
El pleno ordinario aprobó una moción que insta a estudiar la modificación de la ordenanza de seguridad en el uso, disfrute y aprovechamiento del litoral municipal para autorizar durante todo el año la pesca con caña desde el último tercio de los espigones. La petición marca la obligación de lanzarlas siempre en sentido perpendicular a la línea de costa y nunca en sentido paralelo a la misma.
Carteles informativos
La propuesta también reclama que se especifiquen los meses y las horas en las que se pueda ejercer la actividad desde la arena y se identifique mediante carteles informativos para que estén con total claridad los horarios.
Asimismo, el texto, que fue presentado por el grupo Ara, solicita que las prohibiciones sobre las actividades derivadas de la pesca deportiva y submarinas sean claras para su debido cumplimiento. Y, además, insta a que se proceda a la retirada o modificación de las señales existentes a la entrada de cada espigón.
¿Compatible con el baño?
El portavoz del equipo de gobierno, Carlos Díaz, explicó que los pescadores «entienden que el horario actualmente permitido, de 21.00 a 09.00 horas, es muy poco, pero la compatibilidad con el baño es complicada». Por ello se optará por realizar un estudio que demuestre si la medida es viable.
Y es que este es un tema que levanta mucha polémica, ya que la playa es compartida por muchos usuarios diferentes, entre los que también se encuentran los bañistas, nadadores y deportistas con el uso de veleros, piraguas, tablas de surf u otras modalidades en tendencia ahora como el paddle surf, además de los usuarios que optan por coger patinetes como recreo y que se bañan mar a fondo.
Además, son muchos los vecinos que se quejan de los restos que dejan algunos pescadores en las orillas o espigones, como anzuelos, causando heridas en ocasiones a los que van paseando por la playa o a sus mascotas.
Por su parte, los pescadores defienden que es una práctica muy tranquila, con cuidado al medio ambiente y destacan la responsabilidad de la mayoría de ellos. También lamentan no poder disfrutar de esta afición, en familia o con amigos, en un horario más amplio o más zonas.
Díaz indicó, al respecto, que una posibilidad sería «acotar unos espacios para que la pesca sea compatible, pero se estudiará».