EVA BELLIDO // BENICASSÌM
La estampa se repite cada invierno, y parece que todavía con mayor fuerza. Mayores extranjeros a pie o en bicicleta recorriendo todos los rincones de Benicàssim y sus alrededores, e integrándose en sus adentros. Y qué mejor temporada para hacerlo que el invierno, huyendo de sus gélidos países en los meses más fríos.
Centenares de turistas del norte de Europa se encuentran, en la actualidad, alojados en los dos cámpings principales de la localidad que permanecen abiertos durante todo el año, Bonterra y Azahar.
Un perfil muy asentado ya en el turismo del municipio que propicia que en pleno invierno estos establecimientos vivan su particular temporada alta. Y es que en el caso, por ejemplo, del Bonterra su ocupación ahora roza el 100%. En concreto, “es del 97,91%”, según informaron desde este camping, estando ocupadas prácticamente la totalidad de sus parcelas, que ascienden a 300, por una media de dos personas. Mientras en el Azahar las cifras de ocupación también son muy positivas, con algo más de 200 extranjeros instalados con sus caravanas.
Procedentes mayoritariamente de Reino Unido (49%), Alemania (21%), Holanda (14%) o Francia (5%), con una minoría registrada también de suecos y un 9% de otros países, son las estadísticas que se manejan en el Bonterra, mientras en el Azahar indican que ingleses y holandeses –con parecido número– copan el gran volumen de clientes. Largas estancias y fieles amantes de las tradiciones. Son las características más fijas de este tipo de turistas que, encandilados con Benicàssim y sus tesoros, optan por volver cada año e implicarse cada vez más en sus costumbres.
Hasta un 40% de estos turistas residen en la localidad costera desde diciembre hasta abril, según reconocen desde el Bonterra. Así cada vez son más las citas locales que marcan en rojo en su calendario y no se quieren perder por nada del mundo. Desde las Navidades, participando cantando villancicos en el tradicional mercadillo solidario que se celebra junto a la parroquia de Santo Tomás de Villanueva en diciembre, hasta en festividades tan arraigadas en el municipio y tan populares como el Día de las Paellas o la romería a Santa Águeda, en enero.
También fieles al mercado semanal no faltan cada jueves en los puestos del Bulevar para llevarse los alimentos más frescos o de la ‘terreta’. Solo hay que ver el gran número de bicicletas que se concentra cada jueves junto a este concurrido espacio para notar su fuerte presencia, pues es su principal medio de transporte y movilidad.
El consistorio también apuesta por el turismo sénior y social
La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, manifestaba la apuesta del consistorio también por este tipo de turismo sénior, tan beneficioso para la localidad, así como por el social, en los que se pretende trabajar aprovechando su potencial.
Su privilegiada climatología y natural entorno paisajístico, entre el mar y las montañas, convierten al municipio en uno de los más atractivos de cara a este tipo de turistas. Por ello, se suman ya al amplio abanico de productos turísticos diversificados. El consistorio también pretende realizar una campaña especial para atraer al turismo social, entrando en el mapa de principales destinos del Imserso y de la gente de la tercera edad.