Eva Bellido // Benicàssim
El Ayuntamiento de Benicàssim ha finalizado la primera fase de las obras de urbanización del tanatorio, las que se estaban llevando a cabo en vía pública.
Las tareas han consistido en trabajos de canalización de las tuberías de agua, alcantarillado y luz, que conectan el centro de transformación que se construirá en el nuevo edificio con el casco urbano, según explicó el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz. Mientras antes la línea eléctrica iba aérea, ahora se entierra, según indicó el edil.
Las tareas se han desarrollado en la calle San Antonio y el paso subterráneo de la N-340, entorpeciendo la circulación e, incluso, quedando restringida durante algunos días en la entrada-salida norte del municipio.
La actuación ha terminado con los correspondientes trabajos de pavimentación en los viales, que se han ejecutado esta semana, con la finalidad de dejar la calle en buenas condiciones para el paso de todos los vecinos que acudirán el día de Todos los Santos al cementerio municipal, que se encuentra justo al lado del futuro tanatorio.
Después, para terminar la intervención quedará pendiente la realización de las aceras, el párking y jardines exteriores, frente a la parcela del tanatorio; y los tres patios interiores, según apuntó el concejal responsable en el consistorio. Estas obras podrían tener un plazo de ejecución de “un mes o mes y medio”, según estimó Díaz.
Asimismo, también se procederá a la instalación del nuevo centro de transformación. Lo más costoso será toda la parte eléctrica, el cortar la línea de media tensión y activar la subterránea, que puede alargar un poco más la finalización de los trabajos, por parte de Iberdrola.
El objetivo es ponerlo en marcha en 2020
Pero según las previsiones, la actuación finalizará a final de año. El objetivo es preparar los pliegos para sacar a licitación la gestión del servicio en el 2020 para su puesta en funcionamiento.
Los vecinos de Benicàssim llevan ya muchos años esperando la puesta en marcha del tanatorio, ya que hasta la actualidad deben desplazarse a Castellón para este servicio.
Pese a que las obras de construcción del edificio terminaron en el 2012 con el llamado plan Zapatero, no se pudo poner en funcionamiento porque ninguna empresa quiso hacerse cargo si tenía que asumir los costes de urbanización del entorno. Unos trabajos que finalmente está financiando el ayuntamiento con una inversión de alrededor de 270.000 euros.
Por otro lado, en cuento terminen estas obras, el consistorio procederá también a la creación de 80 nuevos nichos para ampliar la capacidad del cementerio, que está quedándose sin. Una actuación que se llevará a cabo antes de finalizar este ejercicio, según declaró Díaz.