El actual programa de inversión en obras financieramente sostenibles es una oportunidad para revertir la situación de Benicàssim en el abandono y retraso en el que se quedó durante los años anteriores. Por eso, desde el PSPV-PSOE hemos establecido una serie de prioridades a la hora de pactar las inversiones de nuestro municipio. Farolas, aceras o asfaltado de calles forman parte de la racionalidad y son demanda irrenunciable de vecinos y políticos. Ahora bien, cuando nos encontramos con las propuestas para mejorar el futuro y el presente de los ciudadanos en el uso de cantidades más elevadas se plantea la disputa partidista. Eso no siempre es bueno para nuestro municipio. Atendiendo a esa razón hicimos unos planteamientos de grandes obras que pretendían ser una oferta flexible a acordar con el resto de grupos políticos: cubrir el velódromo para convertirlo en un multiusos, dar salida a la autovía de Castellón, permitir la embocadura del futuro bulevar para conectar con esa autovía, poner las bases de la futura Casa de la Cultura, … Las propuestas estaban sobre la mesa, siempre dispuestos a que lo prioritario fuera el criterio imperante, por encima de las siglas políticas.
Parece que, en eso, los grupos de la oposición hemos estado de acuerdo. Salvo la voluntad de Ciudadanos por sacar adelante el proyecto de Smart City –más porque siguen consignas de fuera que por la prioridad de ello en nuestra ciudad— todos hemos puesto nuestro empeño en que la ciudadanía disfrute de una ciudad limpia, sin baches, sin atascos estivales, tranquila y agradable. En eso hay que buscar siempre pactos necesarios; estamos orgullosos de poder contribuir con propuestas, incluso cediendo en algún capítulo, siempre que aquellas contrapropuestas que se nos hagan sean más convincentes.
Sin embargo, lamentamos que esto no se hiciera con los presupuestos del 2016, donde los grupos PP-ARB-C’S llegaron a un acuerdo previo al pleno. Fue una lástima; esperemos que en el futuro, ese PP que hoy pide pactos en el Estado entienda que el acuerdo se fragua sin pasteleos de trastienda.