EVA BELLIDO // BENICÀSSIM
Un viajero apasionado y fiel amante de las motos. Así es Raúl Sanz, un zaragozano afincado en Benicàssim desde hace ya una década que regenta una conocida tienda de artículos de la India (Chandra) en esta popular localidad turística y que en estos últimos años, además, ha descubierto otra de sus grandes pasiones: La India, en moto.
Raúl lleva viajando a la India 10 años, pero cinco sobre dos ruedas, equipado con su GPS y la cámara que plasma sus viajes. La moto, una Royal Enfield, con la que se reecuentra cada año después de la temporada de verano, es su gran compañera. En busca de renovar la colección de su tienda –que dirige junto a su hermana Silvia–, Raúl se sumerge cada año durante un mínimo de tres meses en una nueva aventura.
35.000 kilómetros en moto por 16 estados de la India son el resultado de la aventura que Raúl está viviendo por capítulos y que le va adentrando en los lugares más recónditos y bellos del país. Parques y reservas naturales, visita a ONG’s, como la tan especial de Vicente Ferrer en Anantapur, la escuela María Soliña en Orissa, ONG fundada por una española , los salares del Gujarat, pistas perdidas en Madhya Pradesh, desiertos como el del Thaj en el Rajasthan, espectaculares cascadas, como la Jogfall en Karnataka –la más alta de India—exóticas playas de Kerala , y hasta atravesando, incluso, las vertiginosas carreteras de las montañas del Himalaya en Uttarakhand.
Aunque disfrutar de esta aventura también tiene su cara B, y conlleva dificultades como el tráfico indio, considerado el más peligroso del mundo, o los millones de imprevistos que surgen en un viaje en moto por un país de estas características, innumerables pinchazos, averías mecánicas y ciertas pérdidas de orientación en áreas despobladas.
Raúl vuelve a Benicàssim cada año en Pascua no sólo cargado de sedas y coloridos estampados, además de inciensos, la artesanía y vestimenta más tradicional de India junto a sus últimas tendencias, sino también lleno de inolvidables recuerdos, vivencias y cultura.