Eva Bellido // Benicàssim
La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha adjudicado las obras de finalización del Centro Especial de Atención al Mayor (CEAM) de Benicàssim, paralizadas desde hace cinco años, por un presupuesto de 1.768.995′ 80 euros, lo que ha supuesto una baja económica y consiguiente ahorro de 258.972 euros.
Según informaron fuentes de esta conselleria, “falta la fiscalización del contrato”. Las obras está previsto que arranquen “en abril”, con el comienzo de la primavera, y tienen un plazo de ejecución de “12 meses”, según indicaron las mismas fuentes.
Finalmente, se presentaron un total de 13 empresas, interesadas en desarrollar los trabajos. La gran estructura ya se construyó con las obras que se ejecutaron entre el 2011 y el 2012. Por lo que actualmente queda pendiente “la fachada, la cubierta, distribución interior, todos los revestimientos y acabados y todas las instalaciones.
La alcaldesa de la localidad, Susana Marqués, trasladó la buena noticia a los jubilados del municipio durante la celebración de la asamblea anual de la Asociación La Garrofera, ya que ésta es una de las principales reivindicaciones del colectivo desde hace años.
Las obras han sido incluidas “en el Plan de Inversión Productiva (PIP) y, por lo tanto, son inversiones con fondos finalistas y tienen tratamiento contable y presupuestario al margen del presupuesto corriente, por eso no aparecen en los presupuestos del 2018”, según aclararon desde la Conselleria de Igualdad, que encabeza Mónica Oltra. “Se cargan en el presupuesto de remanentes que se dotan independientemente de los créditos aprobados en cada ejercicio”, aseguraron.
Cinco años paralizadas
El edificio, de grandes dimensiones y ubicado en el casco urbano, se encuentra deteriorándose en los últimos ejercicios desde la paralización de sus obras en el 2012.
Las obras del CEAM se iniciaron a principios del 2011, con un presupuesto de 3,6 millones de euros del Plan Confianza del anterior gobierno de la Generalitat.
Los trabajos se paralizaron por primera vez antes del verano del 2011 por problemas económicos de la empresa y se reanudaron tras esa misma temporada estival.
Dos meses después, en noviembre, sufrió otro parón, esta vez propiciado por el desplome del forjado de la primera planta de la construcción.
La actuación se retomó rápidamente aunque se volvieron a estancar a principios del 2012, por problemas económicos de la adjudicataria.