La incorporación del concejal de ARB, Carlos Díaz, al equipo de gobierno popular del Ayuntamiento de Benicàssim está en ‘standby’ mientras se determina su sueldo y la forma en la que cobrará cuando asuma las delegaciones de Urbanismo, Actividades y Movilidad.
Y es que a pesar de que el pacto de gobierno se anunció hace ya un mes, todavía no se ha cerrado. Su firma estaba prevista para el pasado 1 de febrero, pero quedó suspendida por motivos de salud de la alcaldesa, Susana Marqués. Y fue en este periodo cuando surgieron algunos detalles sin atar, como la remuneración del nuevo edil, según ha podido saber este periódico.
Hay tres opciones, la dedicación exclusiva, que en el actual ejecutivo solo tiene la alcaldesa; la parcial, que tienen actualmente la mayoría de los concejales, a excepción del edil Clemente Martín; y por indemnización por asistencia, que es como están cobrando los concejales de la oposición, incluido Díaz (Asociación de Residentes de Benicàssim) y también Martín (PP), además del resto.
De las tres, según las fuentes consultadas, Díaz preferiría la segunda (dedicación parcial), en las mismas condiciones que sus próximos compañeros, ya que también desea compatibilizar su cargo con su actual trabajo, pero también acepta seguir cobrando por indemnización. Para obtener la dedicación parcial debería acordarse en un pleno y se necesitarían nueve votos para salir adelante u ocho con el voto de calidad de la alcaldesa.
Por lo que ha podido saber este periódico, el punto solo contaría, de momento, con el apoyo del PP, que suma seis votos; más el de Díaz, de ARB, que serían siete, insuficientes.
Desde el grupo municipal de Ciudadanos, su portavoz, Cristina Fernández, declaró a este diario que, en el caso de incluirse este punto en un pleno, los dos votos de su partido serían de “abstención”. Mientras, se prevé que el resto de grupos de la oposición votarían en contra.
Fernández, desde Ciudadanos, también negó la incorporación de Ciudadanos al equipo de gobierno, ante la próxima entrada de Díaz (ARB) ahora, año y medio después de las negociaciones de principio de la investidura. El líder de su grupo, Albert Rivera, está empezando a abrir la veda para los pactos de gobierno, pero a partir del 2019, por lo que antes sería inviable por esta razón.
Según fuentes municipales, la alcaldesa, Susana Marqués, no tiene previsto incluir el punto de la dedicación parcial de Díaz en ningún pleno mientras no cuente con los apoyos suficientes para su aprobación, por lo que la opción para el edil de ARB pasaría, al parecer, por seguir cobrando indemnización por asistencia. De esta forma, podría incorporarse el ejecutivo municipal prácticamente de inmediato, procediendo la alcaldesa al decreto de las correspondientes delegaciones.
En este caso, la remuneración de los concejales es por la asistencia a plenos, comisiones informativas, juntas de portavoces y también por juntas de gobierno, si se opta por sustituir a alguno de los actuales concejales miembros por Díaz. La tenencia de alcaldía, que tiene remuneración, es otra de las cuestiones que quedan por atar.
Marqués manifestó en declaraciones días atrás que las puertas han estado abiertas desde las elecciones en mayo del 2015 a “incorporar a aquellos grupos que tuvieran ganas de trabajar en pro de Benicàssim y de construir”, con su gobierno en minoría como la lista más votada, tal y como expuso también durante su discurso de investidura. “Los ciudadanos han querido una pluralidad política”, afirmó.
Díaz también indicó, en sus primeras declaraciones tras el anuncio del inminente pacto de gobierno, sus ganas de ponerse cuanto antes a trabajar por Benicàssim sea de una u otra forma.