URBANISMO Proceso para su reapertura
La gestión y explotación de la piscina municipal de Benicàssim podría sacarse a licitación este mismo verano, puesto que los pliegos para su nueva contratación ya se están concluyendo, según las previsiones que maneja el equipo de gobierno. Así, se espera que “si todo va bien, en otoño aproximadamente pudiera reabrirse”, tal y como estimó la portavoz adjunta y segunda teniente de alcalde, Carolina San Miguel.
Tras el cierre de las instalaciones el pasado 1 de septiembre y la resolución del contrato con la anterior empresa concesionaria Renos el 17 de diciembre, el consistorio trabaja en la redacción de unas nuevas condiciones para su próxima adjudicación y puesta en marcha.
Al mismo tiempo, el Ayuntamiento también tiene otros dos frentes abiertos en este sentido: la amortización de la obra de la infraestructura y la indemnización a percibir por parte de la compañía a causa de daños y prejuicios por la resolución anticipada del contrato, al mantener un acuerdo de 25 años.
El pleno extraordinario celebrado ayer aprobó –con los votos a favor del PP y en contra de todos los partidos de la oposición (PSPV, Bloc y EU)– una modificación de crédito de 1.100.000 euros para reservar el dinero que el ejecutivo ha fijado destinar a Renos por el pago pendiente de la obra de la infraestructura, que tenía estipulado amortizar en un plazo de 25 años, pagando una anualidad de 158.000 euros desde su apertura en 2008, ya que su coste ascendía a alrededor de 3,5 millones de euros, y que ahora deberá asumir de golpe para adquirir la titularidad de las instalaciones.
El Ayuntamiento ha determinado esta cantidad tras haber sido cuantificado así en el informe externo especializado que ha realizado el experto José Alcarria, del departamento de Finanzas y Contabilidad de la UJI, según explicó la alcaldesa, Susana Marqués, quien también afirmó que estos documentos “cuentan con todo el visto bueno de los técnicos municipales, siendo todos favorables”. La munícipe también aclaró que la modificación de crédito “no trastoca la estabilidad presupuestaria”.
La empresa ahora tendrá un plazo de varias semanas para manifestarse a favor o en contra de esta cantidad, y de no estar conforme podría recurrirlo. Si la compañía acepta este pago, la deuda se pagaría este mismo año con el dinero reservado, según indicó San Miguel, pero en su defecto el proceso podría alargarse. No obstante, “no afectaría ni paralizaría la reapertura de la piscina”, según aseguraron desde el consistorio.
El Ayuntamiento también está, de forma paralela, “cuantificando la parte que la empresa nos tendrá que indemnizar por daños y prejuicios para exigírselo a la compañía”, según declaró Marqués. Según detallaron las responsables municipales, es necesario que se culminen los pliegos de la nueva contratación para conocer con exactitud la cantidad que se debe reclamar por daños y prejuicios, y que a partir de ahí se exigirá.
Grupos de la oposición, como el PSPV y EU criticaron el voto en este punto de la piscina de algunos de los concejales del consistorio al «haber una cuestión de incompatibilidad, por trabajar o estar muy relacionados con este grupo empresarial». Aunque los técnicos del Ayuntamiento señalaron que no hay constancia de ninguna incompatibilidad al respecto.
Por otro lado, el pleno también aprobó –con los votos en contra de EU y la abstención del PSPV y del Bloc– la adhesión a la agrupación de voluntarios a nivel provincial de protección civil de la Diputación para que Benicàssim pueda contar con este apoyo para los eventos que se celebran en el municipio.