Eva Bellido // Benicàssim
Las obras de rehabilitación de la Torre Sant Vicent de Benicàssim han llegado a su fin. Los trabajos concluyeron a final de año, según anunció el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, quien indicó que ya se ha hecho «una certificación».
Durante el mes de enero está previsto que se lleven a cabo los remates que se puedan advertir en una próxima revisión para obtener la certificación final y la recepción de la obra, dijo Díaz.
Tareas importantes que quedaban pendientes, tales como la instalación del ascensor o las luces ya se han acometido. Las obras se han desarrollado a buen ritmo, a lo largo de este 2017, para poner en valor la fortificación más representativa de la ciudad.
En los próximos meses se pretende dotar de mobiliario y también material audiovisual y tecnológico para conocer su historia. Y es que el objetivo es que pueda abrir sus puertas al público para la nueva temporada.
La intervención en la torre, declarada Bien de Interés Cultural, permitirá hacerla completamente visitable a los turistas, que incluso podrán acceder a lo más alto para admirar las vistas de la costa benicense. El monumento tiene también una escalera de caracol. Se ha rehabilitado y seguirá existiendo para subir y bajar.
Un presupuesto de cerca de 300.000 euros
La restauración de la Torre Sant Vicent se desarrolla gracias a la convocatoria de inversión del 1,5% cultural de este ejercicio. El Gobierno central aporta un 75% y el consistorio el otro 25% del presupuesto total de la obra, que asciende a cerca de 300.000 euros.
Las intervenciones han tenido un plazo de ejecución de alrededor de ocho meses, que está llegando a su fase final.
El proyecto tiene como objetivo convertir el edificio defensivo en visitable y alojar la celebración de actividades que sirvan para la interpretación de la historia de la fortaleza, que ha marcado una parte muy importante del pasado local, protegiendo a los benicenses de los piratas.