Redacción // Benicàssim
Alrededor de 80 familias refugiadas de Ucrania, que están viviendo en Benicàssim, participaron este sábado en la suelta de una tortuga al mar junto a la Fundación Oceanogràfic en la playa del Voramar.
El animal se había recuperado en el Área de Recuperación y Conservación de Animales (ARCA) del Mar de una embolia gaseosa gracias tras haber sido capturada accidentalmente por arrastre en Benicarló.
Numerosos niños despidieron junto a sus madres a la tortuga, de unos 13 kilos, bautizada con el nombre de Paz, con un mensaje escrito en la arena con grandes letras con la palabra Peace.
Antes de que el quelonio entrara al mar, el personal de la Fundación Oceanogràfic, con la ayuda de una intérprete, explicó en la playa Voramar a los asistentes el valor que representa poder devolver al animal a su medio natural.
Tras la suelta, los niños y niñas escribieron sus mejores deseos medioambientales y los depositaron en una gran urna de cartón.
Representantes de la Fundación Azul Marino, Cruz Roja Benicàssim, la ONG Accem y el hotel Voramar de la localidad también participaron de la suelta.