SOCIEDAD Plagas
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Las intensas lluvias están disparando las plagas de mosquitos en Benicàssim, especialmente en la zona sur, Cuadro de Santiago y el Serradal. Es el tema de conversación, los mosquitos, que según manifiestan vecinos y turistas, “hay más que nunca y son mucho más agresivos”. Tras la fuerte tormenta del pasado viernes y la acumulación de charcos de agua en esta parte del municipio, pasear por la Curva estos días era un calvario, por las continuas picaduras de los mosquitos. Lo constataba a este periódico una visitante, Isa Ledesma, que salió a pasear con su cuñada el viernes por esta zona junto a la playa (detrás hay zonas empantanadas de las lluvias), sobre las 20.00 horas, “y no podías pararte dos segundos, se te ponían en los brazos y ni se quitaban, dejándonos picaduras gigantes”. “Toda la gente iba moviendo los brazos y quejándose de los mosquitos mientras caminaban, no había visto cosa igual, nos metimos en el coche y aún seguíamos viéndolos”. “Eran muy grandes y las picaduras muy bestias”, explicaba Isa. Un hecho que también reafirmaba una pareja que se encontraba paseando por la zona, que incluso tenía que quitar estos insectos que revoloteaban por su perro.
Las quejas continuaron durante la noche. Otra mujer indignada señalaba a este periódico. “No podemos salir de casa, estamos con las ventanas cerradas. Tengo una terraza preciosa que no puedo disfrutar. En el mes de agosto y encerrados en casa”.
Otros vecinos manifestaban la gravedad de la situación en el Serradal, donde hay muchos charcos de agua acumulada y generación población de mosquitos en zonas muy cercanas a apartamentos de la Curva, villas y bungalows. “Yo llamé incluso a la Policía Local. Nos remitieron al Ayuntamiento el lunes. El tema es preocupante sobre todo por los niños y posibles reacciones alérgicas”, narraba un residente. Y es que son picaduras que dejan ronchones enormes.
Mariano, también de la zona del Serradal, resaltaba que ésta es la “peor zona” en este sentido, “porque hay mucho descampado”. “Aunque sea difícil de controlar, hay que actuar mejor”. Además, estos mosquitos “son especialmente agresivos”, decía. “Hay cientos, miles… sales a la calle y te envuelven, y como son gordos los ves volar…”. “La gente está llena de picadas, y no te pica uno a la vez, sino cuatro o cinco”. “Mientras sacaba una foto de un mosquito, dos me han picado por detrás”. “Ves a la gente por la playa y el paseo moviendo los brazos, te atacan de todos lados”.
Aunque la breve tromba de agua del sábado, por el momento, ha disminuido su presencia, se espera que en unos días vuelva a repetirse esta circunstancia que está preocupando a los ciudadanos durante todo el verano. El Ayuntamiento ha ampliado en alrededor de 5.000 euros la partida para combatir las plagas y hay a disposición de la ciudadanía un servicio de fumigación que se traslada a las zonas donde se alerta de su abundancia.
Las molestias de los mosquitos no solo se están padeciendo en Benicàssim, también en otros municipios de la provincia como Oropesa. Dos turistas del cámping próximo al río Chinchilla alarmaban sobre las graves molestias que están padeciendo con picaduras que incluso les han hecho desplazarse a urgencias en dos ocasiones. Aunque se destinan medios para su fumigación y prevención y se amplían consignaciones económicas en estas localidades, la prohibición de la fumigación en zonas urbanas desde avionetas, las olas de calor y las fuertes lluvias dejando zonas encharcadas habitualmente inundables están propiciando que sea uno de los veranos con más mosquitos. A lo que se suma la existencia de una especie invasora como el mosquito tigre, cuyas picaduras son mucho más alarmantes.