Eva Bellido // Benicàssim
Los operarios ya están trabajando en las obras de finalización del Centro Especial de Atención al Mayor (CEAM) de Benicàssim y ya se registra movimiento en el edificio, después de que hace cerca de dos semanas se firmara el replanteo de la actuación. Lo que ha supuesto el reinicio de los trabajos desde su paralización hace ahora ya seis años.
Las primeras tareas consisten en la limpieza y desratización del sótano, así como de toda la infraestructura alzada entre el 2011 y el 2012, comenzando también por el saneado de las estructuras metálicas.
Al parecer, el estado del edificio es bueno, ya que la obra se dejó limpia y cerrada para que no entrara en degradación, según explicaron a este periódico. Y a partir de ahí se continuará con la construcción de todo el interior del gigantesco inmueble, que tiene más de 2.000 m2.
La infraestructura cuenta con sótano, planta baja y primer piso. El centro de atención primaria estará ubicado en la planta baja y centro de día en la superior. El centro contará “con cafetería y terraza, que dará a la calle Leopoldo Querol, acceso principal, recepción, patios que darán luz a las habitaciones interiores, zona de despachos…”, según explicó el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz.
Y se ofrecerán múltiples servicios, como peluquería, enfermería, sala de curas, consultas médicas, podología o psicología, contando además con otras salas polivalentes.
Mientras, en el sótano estará el párking, instalaciones, vestuarios para el personal y cuartos técnicos.
La actuación, paralizada en los últimos seis años, es la mayor reivindicación del colectivo de jubilados de La Garrofera, que actualmente no disponen de un centro especializado para su atención.
Las obras terminarán en un año
Los trabajos para la finalización del edificio tienen un plazo de ejecución de un año a partir de este momento, por lo que se prevé que para la próxima primavera los benicenses puedan disfrutar de estas instalaciones que tanta falta hacen en la localidad.
La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas adjudicó las obras a la empresa Proyme Ingeniería y Construcción por un presupuesto de 2,1 millones de euros (IVA incluido).
Un total de 12 empresas se presentaron al proceso de licitación pública. Un elevado número de solicitudes que, junto al hecho de que una de ellas incurrió en baja temeraria, hizo que el proceso administrativo se alargara, según explicaron fuentes de esta conselleria.