Eva Bellido // Benicàsssim
Las propuestas de inversión de los remanentes, aprobadas en el último pleno por los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Benicàssim y que ascienden a 2,5 millones de euros para la ejecución de más de una veintena de proyectos, no incluyen las mejoras demandadas hace meses en el campo de fútbol de la Carrerasa. Tampoco figuraban en el listado de iniciativas que sugirió el equipo de gobierno y que no salió adelante por falta de apoyos.
Los usuarios de esa instalación siguen denunciando que sufren quemaduras en la piel en sus caídas por el deterioro del césped, que se encuentra en un estado de evidente sequedad debido a que la bomba de agua lleva rota más de un año, según indicaron al periódico.
Al respecto, el concejal de Deportes, Javier Alonso, declara que el Ayuntamiento tiene la intención de «solventar el problema del riego». «Ya estamos trabajando con los equipos técnicos para resolverlo lo más rápido posible porque sabemos que ya lleva un tiempo que no funciona», dice.
Alonso recuerda que cuando se construyó la instalación «el sistema se colocó sumergido y, al llover, se anega el pozo, se quema y hay que cambiarlo». También lamenta que el campo de fútbol «se hizo pequeño, lejos del pueblo, con vestuarios lamentables y sin banquillos».
Un escrito sin respuesta
La Asociación de Peñas de Fútbol presentó hace un tiempo un escrito en el consistorio en el que trasladaron una serie de quejas y reivindicaciones en las dependencias deportivas, utilizadas por cientos de deportistas. Según manifestaron, todavía no han recibido respuesta.
En cuanto a los vestuarios, señalan que la mayoría de duchas y grifos de los lavabos no van. Están «muy deteriorados y en condiciones infrahumanas, oxidados con peligro de que alguien se corte», detallan.
Tampoco tenían cortinas, pero las han colocado, según informan. Además hacen falta más vestuarios y consideran que el empleo de barracones «no se adecua a las demandas ni a la calidad».
Piden asimismo la colocación de cubiertas en los aspersores y la instalación de banquillos y gradas en el recinto para alrededor de un centenar de personas.