CULTURA Festivales de música
E. BELLIDO // BENICÀSSIM
Miles de fibers iniciaron el lunes la operación salida del FIB tras una intensa semana de sol, playa y muchos bailes. Cansados, cargados con sus mochilas y maletas y con una gran falta de sueño después de muchas noches de desenfreno, las 13.500 personas alojadas en el cámping Campfest y las 2.000 del vip Villacamp, abandonaron las zonas de acampada, ante el cierre de las instalaciones a las 17.00 horas.
La gran mayoría lo hizo en tren y autobuses. La estación se abarrotó de jóvenes, sobre todo británicos, que aguardaron largas colas bajo un sol abrasador para coger el tren que les dirigía al aeropuerto y volver a casa.
También comenzaron su viaje los hospedados en los hoteles, cámpings y apartamentos del municipio, así como el público español, que muchos de ellos se desplazaron en su propio coche.
La experiencia ha merecido la pena, aseguran. Poppy y Hannah, amigas de 18 años procedentes de Liverpool. Asistieron “por primera vez” para ver a sus “grupos favoritos Catfish and the Bottlemen y The Chemical Brothers”. Y disfrutaron con las “playas, el sol y los bares”. Hector Newman, inglés de 20 años esperaba para coger el avión en Barcelona. Ha sido su segundo FIB, atraído también por Catfish, Major Lazer y Muse.
Además, muchos aprovecharon su estancia previa al arranque del festival para disfrutar de otros atractivos turísticos, como el parque acuático Aquarama. Así lo contaron algunos de las que salían con sus maletas, como Laura Parkinson, de 23 años y de Londres, junto a sus amigas; y Darragh Gallagher, de 19 años y procedente de Irlanda.
Éste último relató que se animó con el FIB por uno de sus ídolos, Kendrick Lammar. En toda la semana, se habrá gastado unos 400 euros en la localidad, según calcula echando cuentas.
Otros, como Chris Hanson, de 28 años y de Londres, celebraron la despedida de soltero de uno de sus amigos asistiendo por primera vez al Festival Internacional de Benicàssim, con el afán de ver la actuación de The Chemical Brothers y The Maccabees.
En la estación de tren habían pocos rostros de españoles, a pesar de estar casi empatado el público nacional con el británico, al escoger otro medio de transporte. Pero sí se encontraban algunos como es el caso de Sara Franch, de 23 años y de Benicàssim, aunque vive en Barcelona. Ha disfrutado del FIB “por cuarta vez”, desde el 2013 al 2016. Su grupo preferido ha sido Muse. Y para no tener que pagar la entrada ha optado por colaborar de voluntaria y tener así acceso al festival.
El evento ha supuesto la creación de 1.300 empleos directos, más del 80% de la Comunitat. El 100% del personal de limpieza ha sido de Benicàssim y Castellón.