Eva Bellido // Benicàssim
Las máximas representantes del PP y Cs de Benicàssim, Susana Marqués y Cristina Fernández, se reunieron este lunes para abordar el pacto de gobierno.
Pese a no ratificarse aún (el límite marcado era el 30 de septiembre), hubo entendimiento y voluntad de sellarlo en las próximas semanas, según confirmaron a este periódico.
Ambas dirigentes trabajan en la elaboración de un plan de mandato que marque las inversiones prioritarias y el timing para llevarlas a cabo durante estos cuatro años de legislatura.
Y dejaron la firma del acuerdo a expensas de definir con exactitud esta hoja de ruta y tener cuantificadas las medidas.
Marqués declaró: «No pactamos con sillones, sino con proyectos de futuro, basados en nuestros programas electorales».
La alcaldesa definió el encuentro, que contó con la presencia del portavoz del PP, Carlos Díaz, como «muy cordial, como no podía ser de otra forma».
«Las voluntades son las de trabajar por el bien de Benicàssim y mantener un equipo que pueda llevar adelante los objetivos», resaltó.
Por su parte, Fernández indicó que trabajarán en la redacción de un «documento definitivo y único», que fusione el realizado por el PP y el de Ciudadanos. «Y en cuanto esté todo cuantificado, firmaremos», dijo.
«La intención es hacerlo lo antes que podamos, porque queremos dejarlo cerrado cara a los presupuestos, encaminados a todas estas acciones más relevantes».
Me troncho de risa. Han tenido que salir a la prensa después de todo lo que se dijeron discutiendo por una persona (M.V.) a la que querían «compensar» por el trabajo electoral realizado.
Las palabras «tránsfuga», «traidor» y otras lindezas que dedicaron los populares a determinado concejal no son, precisamente, como para firmar nada. Y mira que Toni Cantó está apretando desde Valencia para que firmen ya. Ahora se van a esperar al 11N y, si la cosa pinta mal para uno de los dos partidos, barajarán la posibilidad de una moción de censura porque el 2023 ya le viene grande a alguna teniente de alcalde con ínfulas de alcaldesa. En su militancia están cabreados por lo que les obligó a hacer Cantó y se ven hundidos, en brazos del PP, pensando que en la próxima lista de los gaviotas estará alguna de los suyos.