Eva Bellido // Benicàssim
La empresa encargada de construir la rotonda en la avenida Barcelona de Benicàssim retoma estos días los trabajos después del parón de unos meses a causa del verano.
Las obras avanzan para ejecutar esta glorieta, en el cruce con la Gran Avenida Jaime I, punto muy transitado todo el año, pero más especialmente durante la temporada alta, con motivo de su proximidad a las playas de l’Almadrava y Voramar, un supermercado, un cámping y numerosos bloques de apartamentos. También se sitúa de camino al casco urbano, por el acceso norte. Se trata, asimismo, de un emplazamiento que registra elevada peligrosidad, donde tuvo lugar un accidente mortal.
Según el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz, «la reforma facilitará la movilidad, dando fluidez al intenso paso de vehículos que soporta esta importante y conflictiva intersección habitualmente». «Además, permitirá el giro a la izquierda a los vehículos que desde la Gran Avenida Jaime I pretenden incorporarse a la avenida Barcelona en sentido hacia el núcleo urbano, cuestión no permitida hasta la fecha y que generaba un grave problema de circulación», indicó.
La intervención forma parte de las actuaciones de urbanización de las unidades de ejecución 16, 17 y 18 –que prevé la construcción de viviendas– y se desarrollan en las inmediaciones de la futura rotonda, «que conectará con el nuevo vial que enlaza con el bulevar», dijo el concejal.
El proyecto arrancó con las canalizaciones de agua y el alcantarillado. Siguió con la habilitación de la nueva calle, muy ancha, similar a la de Carles Sarthou Carreres, con jardín central y aparcamiento a ambos lados, que llegará hasta el carril bici que conecta con la vía verde. La zona incluye la creación de una parcela terciaria para instalar una tienda, bares u otros servicios.