Eva Bellido // Benicàssim
Tres tortugas recuperadas en las instalaciones del ARCA del Mar del Oceanogràfic han sido soltadas, con la colaboración de la Fundación Azul Marino, este viernes a mediodía en la playa del Voramar de Benicàssim y han regresado al mar.
Los quelonios fueron rescatados gracias a la concienciación de los pescadores del litoral valenciano, a la coordinación del 112 y a la acción de la Red de Varamientos compuesta por la Conselleria de Emergència Climàtica i Transició Ecologista, Universitat de València y Fundación Oceanogràfic.
La más grande, de 56 kilos, fue capturada accidentalmente por arrastre en Benicarló e ingresó –gracias a la colaboración de la embarcación Princess– con una embolia gaseosa severa. Fue bautizada como Voramar y soltada por el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, dos representantes de Cruz Roja, Silvia Delatorre y Cristina Barreda; y el dueño del hotel Voramar, Rafa Pallarés.
Otra, de 12,5 kilos, también fue recogida accidentalmente en Burriana. Gracias a la colaboración de la embarcación Simar ingresó con embolia gaseosa leve y aspiración. Y la otra, de 9 kilos, fue recuperada por El Mareny. Afortunadamente, no se le detectó ninguna alteración. Fueron bautizadas como Esperanza y Marina.
Especie protegida
Las tres son tortugas bobas (Caretta caretta), especie que está en peligro de extinción, por lo que es vital su conservación. Un emisor satelital colocado en el caparazón de la más grande permitirá seguir su recorrido, como también se hizo con Colomera, comprobando cómo estas tortugas cruzan rápidamente el Mediterráneo, alcanzando el Canal de Sicilia y las costas de Grecia. Su seguimiento permite, además, obtener información importante para favorecer su conservación.
El acto contó con la presencia, además de Colomer, de la vicealcaldesa de la localidad, Cristina Fernández, y la concejala de Playas, Elena Llobell, así como el presidente de la Fundación Azul Marino y Global Omnium, Eugenio Calabuig; y la presidenta de la Fundación Oceanogràfic, Celia Calabuig, que también contribuyeron en la suelta de los animales, en un acto emocionante que no quisieron perderse algunos vecinos de la zona.
Dentro del convenio de colaboración, miembros de ambas instituciones explicaron en la playa del Voramar a los voluntarios y demás asistentes la actividad de una y otra entidad, así como el valor que representa poder devolver a su medio natural a los quelonios que han sufrido las adversidades del mar.