Iván Checa // Benicàssim
Fotos: P.G. Arrufat
El FIB está muy vivo y así lo demostró durante la jornada de este viernes. El recinto de festivales acogió lo que se esperaba que fuera el día grande de la vigesimocuarta edición. Y no defraudó. Hasta el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no pudo resistirse a asistir a la actuación del cabeza de cartel, los estadounidenses The Killers con su espectacular directo.
Desde primera hora de la tarde el recinto rugía de manera especial. Desde el primer momento se podía ver que la expectación era mayor que la jornada anterior y numerosos fibers accedían al recinto cuando todavía quemaba el sol propio del verano benicense. Mientras, dos helicópteros sobrevolaban de cerca el perímetro. Seguridad máxima para una noche especial.
Juanita Stein y Anna Calvi abrieron la jornada en el escenario Las Palmas con sus brillantes singles. No obstante, los que de verdad empezaron a despertar a los fibers, aún bajo el sol, fueron los aclamados Catfish and The Bottlemen con su desenfrenado y juvenil sonido. Se adueñaron con facilidad del recinto y su público, que a esas horas ya se preveía numeroso.
Turno de The Vacinnes con su indie-rock llegado desde el mismo Londres con algunos de sus temas tan conocidos como Twice. Justin Young y sus compañeros sorprendieron al público nacional que aún no les conocía. Pero también lo consiguieron con los miles de visitantes internacionales que asistían a la actuación.
Ellos fueron la antesala de lo que venía. La expectación por ver a The Killers se podía notar en todo el recinto. Incluso entre los medios de comunicación, que esperaban la llegada de Pedro Sánchez. Al final, así fue. El presidente apareció en el recinto acompañado de su familia y de personas cercanas al socialista como la política benicense Susana Ros. El presidente no se quiso perder el concierto de The Killers como ya hizo en 2011 y 2016 ya que es fan de la banda.
Y llegó el momento de comenzar la actuación. La explanada estaba llena hasta las trancas y el público coreaba temas al unísono mientras los estadounidenses se decidían a arrancar. Luces, música a todo volumen y confeti dieron el inicio a un directo majestuoso de una banda que nunca defrauda.
Durante el concierto hicieron un repaso por sus temas, desde los más recientes a los ya convertidos en himnos. De principio a fin un concierto apoteósico que acabó tal y como empezó, por todo lo alto.
La banda mostró una gran cercanía con el público, dirigiéndose el cantante a los asistentes en varias ocasiones en español y llegando a subir a un batería que se encontraba entre los asistentes a tocar. Llevaba un cartel que ponía «Soy batería, ¿puedo tocar?» Y fue su día de suerte. Tocó en una canción.
La noche ya había alcanzado su punto cumbre pero aún quedaba mucho por delante. El nacional C. Tangana actuó a continuación en el escenario Visa. Lo hizo con un séquito de fieles, otra vez plenamente nacionales como le pasó a Izal (aunque sin tanto público), que coreaban y bailaban dando todo en cada uno de sus temas. Un concierto cargado de ritmos enérgicos y canciones duras y provocativas con un estilo muy propio que encanta o desagrada, sin término medio.
Al poco empezó también la última actuación de la jornada en Las Palmas, solapándose con Tangana. Era el turno de Eric Prydz. Lo hizo con una larga actuación que incluía una espectacular puesta en escena llena de efectos, láser y luces. Su puesta en escena fue evolucionando y pasó por diferentes tipos de música, de una muy dura y electrónica a otra más pop y tranquila. Hasta las 03.15 los fibers pudieron dar todas las fuerzas que aún conservaban, aunque no fueran muchas, de The Killers. Sin duda, fue difícil quedarse quieto y resistirse a bailar con el conocido productor.
No obstante, el FIB es mucho más que estos destacados artistas. Durante toda la noche, 27 grupos más ofrecieron todo tipo de música en el resto de escenarios de la cita. Entre ellos, las alcoyanas Júlia, que animaron el ambiente vespertino con su dream-pop que cautivó a los que se acercaron por allí.
En definitiva, el FIB vivió ayer el día grande de la vigesimocuarta edición y superó el ecuador de la misma. Aunque aún queda mucho festival por delante y todavía puede sorprender a cualquiera. Por lo tanto, a seguir disfrutando de la buena música, ambiente y sorpresas del festival.