Eva Bellido // Benicàssim
Villa María ha recuperado su esplendor y vuelve a brillar como una de las mansiones más preciadas del paseo Pilar Coloma.
Todo el que por allí pasea la mira, ahora, con admiración, tras unos años de deterioro en los que se reflexionaba sobre la decadencia de la Ruta de las Villas.
Aquella que a finales del siglo XIX y principios del XX se ganó la fama del Biarritz de Levante y que en los años más virulentos de la crisis no estaba dando su mejor imagen. Hacían falta reformas, pero con una gran inversión, no al alcance de todos.
Este lujoso paseo cuenta con 51 casas catalogadas a primera línea de mar. Y Villa María, construida entre 1915 y 1925 por encargo de Ramón María Huguet y María Juan Herrero, es una de las que gozan de mayor protección (nivel de custodia integral P1), por lo que solo están permitidas obras de restauración y de conservación que persigan el mantenimiento o refuerzo de los elementos estructurales, así como la mejora de las instalaciones del inmueble.
Su volumen palaciego y gran elegancia la asemejan a una villa renacentista italiana. Fue construida por el prestigioso arquitecto Francisco Maristany Casajuana, quien realizó el proyecto definitivo y concluyó las obras. El mismo arquitecto al que se debe Villa Dávalos, también situada en la Ruta de las Villas.
Villa María está rodeada de un amplio jardín, en el que destaca la hermosa pérgola y el cenador. Tiene dos plantas y dos torres dispuestas asimétricamente. Una combinación de volúmenes que da como resultado la presencia de fantásticas terrazas con vistas al mar y a la montaña.
Llama la atención la terraza cerrada con columnas en la torre norte, el conjunto está decorado con finas molduras, óculos y otros elementos que dotan de elegancia renacentista la fachada, en la que en su cara norte existe una entrada para carruajes.
Durante años estuvo alquilada y funcionó como restaurante y lugar de organización de eventos, como bautizos, bodas y comuniones.
Su rehabilitación
Tras un estudio previo para analizar su estado real, «se realizó un análisis histórico documental para determinar los elementos originales que debían ser preservados y puestos en valor con la rehabilitación», según informaron desde la empresa propietaria, el grupo Xiob.
Las labores han tenido dos fases de actuación. Por un lado, «la consolidación y reparación, con obras de intervención estructural (saneado de muros de carga, sustitución de forjados antiguos, instalación de cámara ventilada en planta inferior para prevención de humedades), cerramientos y carpinterías exteriores (con mejoras de acristalamiento y aislamiento); y tareas en las cubiertas y en redes de saneamiento y pluviales, para asegurar una mejor conservación», indicaron.
También se procedió a la recuperación estética y acondicionamiento exterior, que engloba los trabajos de la propia restauración arquitectónica de la villa, con trabajos de restauración arquitectónica, reparación de tejados con piezas especiales, recuperación de elementos ornamentales de fachada, de pavimentos exteriores y jardinería y terminación de fachada y de iluminación exterior.
Por otra parte, en la parcela trasera se han construido 16 exclusivos apartamentos, de los cuales quedan solo unos pocos en venta, con vistas privilegiadas.
Los interesados en adquirir uno de estos inmuebles todavía están a tiempo de visitar un piso piloto en este privilegiado entorno.
Otras villas
El grupo Xiob también rehabilitó hace unos años Villa Ana, la parte exterior y estructural, que corría riesgo de derrumbe, y la cedió al Ayuntamiento, que la reformó por dentro y la puso en marcha como Biblioteca del Mar.
Asimismo, dentro del mismo proyecto, la misma empresa acometió una renovación completa del camino peatonal anexo a Villa María hacia la playa, haciéndolo, además, el doble de grande. La iniciativa respondía a una reivindicación de los vecinos de la zona, que se quejaban del mal estado de este vial, transitado por miles de residentes de los apartamentos próximos.
El plan, que ha englobado la rehabilitación y cesión de Villa Ana, la renovación del camino a la playa y la restauración de Villa María, respondía a un convenio que el Ayuntamiento –con el gobierno anterior del tripartito– firmó hace años con el grupo Xiob a cambio de que esta empresa propietaria pudiera construir los 16 apartamentos en la parte trasera de la parcela de Villa María.
Por otro lado, Villa del Mar, perteneciente a otros dueños, ha sido vendida a un matrimonio de ucranianos para uso privado, así como Villa Isabel, que se encuentra ubicada justo al lado.
Villa del Mar regresa a sus orígenes como mansión privada de recreo