El pleno del Ayuntamiento de Benicàssim aprobó este viernes, con los votos a favor del PP, ARB y Ciudadanos y en contra del PSPV, Compromís y Ara, la desestimación de alegaciones y aprobación definitiva de la modificación de la ordenanza del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), dejando el tipo de gravamen al 0,56.
La medida supondrá una reducción del 8% en el valor catastral de los inmuebles y un 2% menos en el importe total del recibo. La bajada del impuesto ha sido posible gracias a la concesión por parte del Ministerio de Hacienda de la aplicación de un coeficiente reductor del 0,92, que supondrá una bajada de valor catastral en Benicàssim del 8%, tras la solicitud del consistorio mediante una moción plenaria que presentó Compromís y fue aprobada por unanimidad, teniendo en cuenta que ya han pasado 10 años desde la última revisión catastral.
Con la modificación del tipo el ejecutivo pretende compensar la caída de ingresos de este año, valorada en 1.200.000 euros, por el coeficiente reductor aplicado; que se suman a los 2,3 que dejaron de recaudarse en los últimos tres años.
Las alegaciones fueron presentadas por los grupos Compromís, que solicitó “mantener el tipo de gravamen anterior, el 0,526”, según explicó el portavoz, Joan Bonet; y Ara, que propuso dejarlo en el 0,546.
La alcaldesa, Susana Marqués, explicó que se desestimaron porque “nuestra intención es hacer un encaje de equilibrio financiero y sostenible del municipio para poder continuar prestando los servicios, hacer inversiones con recursos propios sin acudir a préstamos con los bancos y encima bajarles el recibo del IBI”.
Marqués destacó que el equipo de gobierno “tiene previsto destinar parte de los ingresos que el Ayuntamiento percibe por los impuestos a la financiación de obras prioritarias para la ciudad, como la prolongación de la CV-149 y el resto de proyectos que se consensuaron en el Plan de Infraestructuras Prioritarias de Benicàssim y que fue aprobado por unanimidad de todos los grupos políticos”.