Redacción // Benicàssim
El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Benicàssim aprobó, por unanimidad, declarar la caducidad del actual contrato de gestión del servicio de suministro de agua potable al término municipal de Benicàssim y a las dependencias y servicios municipales.
Este decisión oficial, adoptada por toda la corporación, es el paso previo a la convocatoria de un nuevo procedimiento de gestión.
Tal y como señaló el concejal de Servicios Públicos, Clemente Martín, el contrato –que se autoriza su caducidad– se firmó el 13 de noviembre de 1968 y, desde entonces y por un periodo de 50 años, ha sido desarrollado por la Sociedad Fomento de Benicàssim y, posteriormente, por cesión a Fomento de Benicàssim Aguas Potables.
Así, el próximo día 13 se produciría la finalización del término de contrato que tenía una vigencia de 50 años, pero esta culminación ha quedado firme con el pertinente mandato plenario.
El servicio continuará hasta la nueva concesión
Al mismo tiempo, teniendo en cuenta que el servicio de suministro de agua es un bien de primer necesidad para la población, el pleno aprobó también la continuidad del mantenimiento del servicio por la empresa, en las mismas condiciones del actual contrato, hasta que se produzca una nueva concesión que gestione el servicio de agua potable al municipio.
Martín explicó también que con la finalización del contrato, los bienes e inmuebles, así como los derechos afectos al servicio, revierten de nuevo al ayuntamiento.
Por último, el concejal de Servicios Públicos indicó que ésta «es una de las decisiones más relevantes de un ayuntamiento, ya que afecta a un suministro vital para los vecinos y que, como se puede observar por su temporalidad, hay que abordarla de manera muy seria y con las máximas garantías técnicas».
«Por este motivo, los servicios municipales ya llevan tiempo estudiando los condicionantes que deben regir la que será la nueva gestión del agua en Benicàssim», señaló.
«De hecho, en un próximo pleno, el consistorio presentará el plan de viabilidad del servicio que deberá determinar el tipo de gestión que se implantará y, a partir de ahí, se producirá la redacción de los nuevos pliegos de condiciones de gestión que deberán tener en cuenta nuevos condicionantes como la puesta en marcha de la desaladora de Oropesa o la amortización de las inversiones en infraestructuras», dijo.