Pie de foto: Filippo Giunta (director Rototom), Fernando Pizarro (codirector del BEF) y Álvaro Amores (gerente Giuliani’s Grupo Gastronómico)
Eva Bellido // Benicàssim
Joven emprendedor y pinchadiscos Fernando Pizarro es codirector del Benicàssim Electrònic Festival (BEF), que se celebra 30 y 31 de agosto en el recinto de conciertos, y uno de los precursores del próximo evento musical.
-¿Qué expectativas tienen para este quinto aniversario?
-Este año le hemos dado un vuelco al cartel. Hemos incorporado dos nuevos estilos, uno por escenario. Y al abrir el abanico musical, lo hemos notado en las ventas. Llevamos un 40% más que el año pasado. Así que bien, estamos muy contentos.
-¿Cuáles son esos nuevos estilos que se podrán escuchar?
-Uno es tendencia a nivel europeo, que es el trap y hip hop, que grandes festivales de música electrónica como Sónar o Primavera Sound lo llevan incorporando desde hace muchos años. Otro, haciendo un estudio de la zona en la que estamos, hemos apostado por el remember.
-Cuentan con el apoyo de patrocinadores que les ayudan a hacer posible el festival…
-Sí. Uno de ellos es Giuliani’s Grupo Gastronómico y nuestro escenario principal pasa a llamarse Agulles Stage by Giuliani’s. Le agradecemos su apoyo en los últimos dos años.
Y también al Rototom, que este año se ha formalizado, aunque ya en años anteriores nos ayudaba en otro tipo de formas, como a nivel de estructuras, de montaje, personal… siempre hemos colaborado, porque ellos están allí desmontando cuando nosotros montamos. Este año se ha formalizado además de una manera económica y le estamos muy agradecidos.
-El Rototom y, en concreto, tu como director, Filippo Giunta, has ejercido un papel como de hermano mayor desde el principio… ¿Por qué esa ayuda altruista?
–FILIPPO GIUNTA: Hemos ayudado en todo lo que hemos podido, porque lo sentimos como un festival hermano. Somos de Benicàssim todos. Nosotros también vivimos aquí desde hace 10 años.
Me alegra que otra gente del pueblo se invente un festival y hacen el mismo trabajo que hacemos nosotros. Los otros festivales siempre los considero como colegas, no como competencia, porque todos estamos empujando para que la gente vaya a festivales.
Es una forma de disfrutar de unas vacaciones, en lugar de ir a otros sitios, sobre todo los jóvenes se acostumbran a ir a festivales. El éxito de cada uno comporta el de los demás.
Estamos creando un nuevo mercado, la industria de la música, que consideramos muy beneficiosa para la comunidad, porque crea puestos de trabajo, turismo…
-¿Cuánto espacio utilizarán?
-Tenemos 8.000 metros cuadrados. No disponemos de acampada y se alojan en el municipio, en empresas colaboradoras. Tenemos un aforo de 3.000 personas.
-¿Cuál es la procedencia de la mayoría de los ‘befers’?
-Principalmente de Castellón y Comunitat Valenciana (70%), pero este año hemos percibido un aumento de los abonos vendidos en Madrid. Incluso tenemos un 5% internacional.
-¿Por qué Giuliani’s decide apoyar a un festival de Benicàssim?
-ÁLVARO AMORES: Vino Fernando a hablar conmigo y decidí echarle una mano. Los inicios son difíciles y el apoyo de las empresas locales siempre va bien. Aparte de la amistad que nos une. Giualiani’s Grupo Gastronómico apoya los festivales. Este año hemos renovado y el año que viene también lo haremos. Y esperamos algún día colaborar también con Rototom.
-Como empresario local, ¿crees que los festivales son un revulsivo económico para Benicàssim?
-A.A.: Sí, pero considero que las administraciones tienen que dar facilidades a los organizadores para que esto se lleve a cabo. Todas las que se pueda.
–¿Qué artistas dominan el cartel este quinto aniversario?
-Tendremos alrededor de 40 artistas. Contaremos con Kenny Larkin, uno de los padres del techno desde los 80, que empezó en Detroit. Y a nivel nacional destaca Cristian Varela, que lleva 20 años pinchando. La gran sorpresa será Cecilio G, en cuanto a trap.
-¿Les gustaría cambiar de fecha o están contentos?
-Si tuviéramos un recinto habilitado ya, nosotros pelearíamos por buscar otra fecha. Llevamos ya cinco años a finales de agosto, incluso el año pasado tocamos septiembre y estamos en una fecha en la que el verano se está acabando, la gente ha ido a todos los festivales.
Tampoco tenemos un cartel de artistas internacionales… Y con la burbuja de citas musicales que hay este año, cada vez cuesta un poco más que la gente de fuera venga. A nosotros nos vendría mejor, por ejemplo, al acabar el FIB. Traeríamos el doble de gente seguro.
Hemos intentado irnos a finales de junio, pero con la antigua dirección del FIB no ha habido un entendimiento y no pudimos hacerlo. A ver si con la nueva dirección tenemos suerte y podemos probarlo.
-¿Qué previsión de asistentes tienen para esta edición?
-El año pasado recibimos entre los dos días 4.000 personas y esperamos este año llegar a 6.000 con los tres escenarios, ya que hemos aumentado el aforo, a 3.000 por día, porque hemos visto que la preventa ha aumentado un 40% para esta edición.
-Hay personas que relacionan este tipo de festivales con las drogas…
Las drogas es un problema social nacional y ocurre en festivales de cualquier estilo musical, no tiene por qué asociarse a la música electrónica. Como promotor del festival siempre preocupa este aspecto y nunca se ha incitado o promovido el consumo de drogas.
Y los datos del festival lo reflejan, ya que en 5 años hemos tenido una única salida en ambulancia y ningún tipo de pelea ni sobredosis. Dentro de nuestros medios económicos intentamos pelear contra el consumo de este tipo de sustancias, en el 2017 incluso tuvimos dentro del festival una carpa de concienciación de drogas en colaboración con Cruz Roja.
Como en todos los festivales la Policía extrema este tipo de controles. En 2017 sufrimos un control más exhaustivo que los que suelen realizar en el FIB y Rototom realizando cacheos en la misma entrada del festival.
Suponemos que por la fama que este tipo de música genera, pero viendo que no encontraron más que el que puede haber en estos eventos el año pasado ya no lo realizaron. La policía continúa realizando sus dispositivos contra la venta y control de estas sustancias por los alrededores.
-Hablando de puntos de concienciación, ¿vais a repetir el punto violeta en el festival?
-Este año hemos realizado una campaña por redes sociales, pensamos que las redes sociales a día de hoy las ve todo el mundo y los puntos violetas funcionan pero viendo que en anteriores puntos de concienciación las atenciones eran mínimas al tener un público entre 1.000 y 4.000. Hoy en día la participación en las redes sociales es tan grande que vemos que puede tener mayor repercusión.
Dentro de nuestra campaña Compromiso Bef, por ejemplo, el día de San Juan convocamos una participación para limpiar la playa y también hicimos una campaña de No es no, di no al abuso sexual, la cual tuvo mucha repercusión y se compartió mucho en las redes sociales.
En 2017 coincidió la fecha del festival en 25 y en colaboración con el ayuntamiento se puso la carpa de concienciación y durante una hora en los conciertos las luces eran todas violetas. Ese año el festival fue declarado primer festival en la provincia libre de agresiones sexistas.