La agrupación local La Canastilla de la Iglesia de Santo Tomás ha organizado una nueva acción para recaudar fondos con el objetivo de reactivar las obras de la nueva iglesia de Benicàssim, que llevan paralizadas ya 17 años.
En esta ocasión, será un espectáculo de zarzuela de Marta Ubieta, en el teatro municipal, este domingo 9 de abril, a las 20.00 horas, con un coste de la entrada de seis euros.
Aparte, se venderán tíquets para un sorteo y su recaudación se destinará al proyecto del complejo parroquial, situado en la entrada sur del casco urbano, junto a la plaza de Les Corts Valencianes.
La Canastilla Solidaria logró recaudar a través de otro acto benéfico en el teatro durante las pasadas fiestas de Santo Tomás en septiembre alrededor de 1.000 euros, entre otras acciones que se han llevado a cabo.
El cura, Luis Oliver, explicó que, aunque se trata de una cantidad muy distante a la necesaria para finalizar la actuación, es una buena forma de “estimular y animar que se reinicien los trabajos de la nueva iglesia”, que se encuentra situada en la entrada sur del casco urbano y que llevaría el nombre de San Juan Pablo II.
Para ello, sería recomendable “crear una comisión” con todas las partes implicadas para “planificar de qué manera se pueden generar recursos o buscar vías de financiación”, según indicó Oliver.
Entre las posibles opciones también se baraja solicitar alguna aportación al obispado, además de la ayuda de los vecinos más partidarios de acabar y poner en marcha el templo, que a medio hacer tampoco da una buena imagen del municipio.
Las obras de la nueva iglesia se paralizaron en torno al año “99 o 2.000”, según recuerda el párroco actual, y para finalizarla quedaría pendiente “alrededor de un 30% de la actuación”. “Está hecha la estructura y la cimentación, que es lo más costoso”, apuntó. La parte restante podría suponer un presupuesto aproximado de “entre 600.000 o 700.000 euros”, estimó Oliver.
Los trabajos se pararon precisamente con la crisis económica que vivió el país. “Habiendo necesidad de otras cosas, no era momento, pero ahora ya ha pasado un poco la crisis más virulenta”, explicó. Quien defiende que el propio Benicàssim “la necesita”, puesto que la de “Santo Tomás es muy pequeña para todas las actividades que se llevan a término, como con las comuniones y confirmaciones, que tenemos que hacer muchos turnos”, señaló.
Este templo es propiedad del ayuntamiento o propio de la iglesia católica?
Buenas tardes, estimado lector, según acabamos de corroborar, el templo es propiedad de la Iglesia. Muchas gracias por seguirnos. Un saludo