Eva Bellido // Benicàssim
El Ayuntamiento de Benicàssim ha comunicado que ya se puede consumir agua de la red domiciliaria, tras haberse recuperado los parámetros recomendados en las analíticas realizadas en la desaladora de Orpesa-Cabanes, donde se había producido la incidencia.
Así lo ha confirmado también la alcaldesa, Susana Marqués. De esta forma se pone fin a la preocupación suscitada por la calidad del agua potable en la localidad. Y es que aunque la mayoría de vecinos no utilizan el agua del grifo para beber sí se emplea más para la preparación de comidas o para los animales.
El consistorio ha emitido este comunicado a las 20.00 horas de este viernes después de recibir «el informe favorable por parte de la Conselleria de Sanidad para proceder al levantamiento de la restricción de uso de agua para bebida».
Por lo que ya no hay ningún tipo de contraindicación y se puede volver a usar para cocinar con total normalidad.
Turbidez en las analíticas
El problema radicaba en problemas de turbidez detectados en las analíticas. La incidencia primero se registró en el término de Orpesa, donde se encuentra la desaladora (en el linde con Cabanes) y al día siguiente se trasladó a Benicàssim.
Aunque el agua que llega a las casas de esta localidad no es 100% desalada, si no diluida, una mezcla entre la desalada y la de los acuíferos.
Al parecer, una alteración en la dosificación de la cal había provocado que los valores de origen mineral del agua estuviesen por encima de la media recomendable para el consumo doméstico.
El consistorio de Benicàssim ya adelantó este jueves por la noche en la última actualización sobre la evolución del problema que los parámetros ya eran normales, pero por prevención seguían recomendando no usar el agua del grifo hasta la confirmación por parte de Sanitat, que ha llegado pasadas las 20.00 de este viernes y han recibido así «la validez de las analíticas».
Aunque en todo momento se dejó claro que «no suponía ningún riesgo para la salud», sí ha provocado malestar no solo entre los vecinos, también en negocios como restaurantes, que, ante la recomendación de no recurrir al grifo, muchos han optado por utilizar agua embotellada para evitar posibles riesgos.