Redacción // Benicàssim
El Palacete Municipal de Villa Elisa abre este viernes sus puertas y se convertirá a partir de ahora, no solo en un centro sociocultural para la ciudad y para la provincia, sino también, en sí mismo, en un monumento que dejará patente la huella del esplendor de la época de aparición de las villas que convirtió a Benicàssim en un destino turístico de renombre nacional.
«La rehabilitación de Villa Elisa ha sido un proyecto arduo y costoso en todos los sentidos – ha señalado la alcaldesa, Susana Marqués- primero porque, tras abandonar la obra el gobierno anterior de manera unilateral, dejó a la villa bloqueada, no solo en su recuperación, sino también en el cobro de la deuda municipal».
«Han sido once largos años de abandono que han pasado factura al edificio. Tanto es así que ahora la rehabilitación ha costado más de 2 millones de euros, cuando en 2008, con 400.000 euros se hubiera acabado la obra», ha aclarado Marqués.
Pero además, ha seguido contando la alcaldesa, «en el proyecto de rehabilitación actual, conveniado con la Diputación provincial, se ha querido ejecutar una obra que no solo le diese funcionalidad al edificio, sino que recuperara todo su valor arquitectónico y paisajístico. Es decir, Villa Elisa es ahora un monumento de la ciudad de Benicàssim que además, narra a la perfección la historia de esta ciudad y su vinculación al Mediterráneo y al turismo».
El presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, por su parte, ha puesto en valor el extraordinario trabajo de recuperación que se ha realizado para que «Benicàssim y la provincia tenga el espacio sociocultural que se merece. Un espacio único a orillas del Mediterráneo. Villa Elisa se vuelve a iluminar como fuente de oportunidades y de futuro para nuestra tierra, y eso es una muy buena noticia para Benicàssim y para toda la provincia de Castellón».
Los planos del Palacete Municipal de Villa Elisa los realizó el arquitecto Traver en 1941 y este fin de semana, los visitantes que acudan a la villa podrán contrastarlos con los planos actuales y ver cómo ha cambiado la villa y sus curiosidades técnicas y arquitectónicas.
Además, un aparte importantísima de esta restauración ha sido la recuperación del jardín que, como elemento singular posee un ficus monumental protegido por su envergadura y situación. «Este es el centro de las miradas de la Villa y además, su entorno inmediato, bajo su copa, se preserva de cualquier actuación para que pueda crecer en toda su magnitud», ha señalado la alcaldesa que ha reseñado también que «la otra singularidad es sin duda el tipo de jardín que poseía y que ahora vuelve a lucir. En toda la extensión del jardín, hay actualmente 4803 plantas que se han recuperado o se han plantado para emular a aquel original tapiz vegetal que rodeaba la villa».
El jardín es de corte mediterráneo, como gustaba en la época, pero con particularidades como la presencia de algunas plantas tropicales que, para los primeros moradores eran el símbolo de la distinción, ya que no todo el mundo tenía acceso a ciertos árboles, flores o especies.
El edificio de Villa Elisa cuenta con 1591 metros construidos que, albergarán a partir de un futuro inmediato actividades de todo tipo para la promoción de la cultura, el conocimiento y el arte.
Como ha declarado la alcaldesa: «Villa Elisa va a ser a partir de ahora, el centro de referencia para congresos, eventos, exposiciones y actividades de todo tipo que sirvan para dar a conocer Benicàssim, para atraer visitantes para potenciar el turismo y para dinamizar la rica vida cultural de la ciudad y la provincia».